Decrecimiento

En el mundo globalizado se ha impuesto la idea, en nuestro imaginario colectivo, de que el crecimiento económico es imprescindible para nuestras sociedades y que con el mismo se consigue aumentar nuestro bienestar personal y calidad de vida, cuando muchos indicadores señalan que, muy habitualmente, no es así.

La consigna del decrecimiento tiene como meta, sobre todo, insistir fuertemente en abandonar el objetivo del crecimiento por el crecimiento. Sin embargo, no sólo tiene que ver con un desafío a la centralidad de PIB como el objetivo principal de la política, sino que propone un marco para la transición hacia modelos de producción y consumo más reducidos y sustentables.

El decrecimiento es una corriente de pensamiento político, económico y social favorable a la disminución regular controlada de la producción económica con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos.

Existe constatación científica de que la conservación del medio ambiente y de las sociedades no son posibles sin reducir la producción económica que es la responsable de la reducción de los recursos naturales (metales, minerales, energéticos, etc) y la destrucción del medio (el agua, la tierra, el aire, la flora y la fauna) y que actualmente está por encima de la capacidad de regeneración natural del planeta; cuestionando la capacidad del modelo de vida moderno para producir bienestar y la imposibilidad de generalizarlo al conjunto de la humanidad. El reto está en vivir mejor con menos.

Los partidarios del decrecimiento proponen una disminución del consumo (material y energético) y de la producción controlada y racional, permitiendo respetar el clima, los ecosistemas y los propios seres humanos. Esta transición se realizaría mediante la aplicación de principios más adecuados a una situación de recursos limitados: escala reducida, relocalización, eficiencia, cooperación, autoproducción (e intercambio), durabilidad y sobriedad.

Sus defensores argumentan que no se debe pensar en el concepto como algo negativo, sino muy al contrario: cuando un río se desborda, todos deseamos que decrezca para que las aguas vuelvan a su cauce.

El decrecimiento tiene que ver con encontrar un camino, una transición, a la justicia social, bienestar y sustentabilidad ecológica. Implica una gama de acciones a nivel individual y colectivo, basadas en un cambio de valores y en la democratización de las sociedades.

El decrecimiento tiene que ver con que sean las gentes, más que los mercados, los estados o la tecnologías, quienes decidan la dirección de la evolución de la sociedad. Tiene que ver, también, con aportar sentido a la vida humana, qué no está asociada per se con el consumo ostentoso y con el materialismo.

Los Seis Pilares del Decrecimiento: (Carlos Taibo)

1) Sobriedad y Simplicidad Voluntaria

2) Defensa del ocio creativo frente al trabajo obsesivo y, con ella, del reparto del trabajo

3) el triunfo de la vida social frente a la lógica de la propiedad y del consumo ilimitado

4) la reducción de las infraestructuras productivas, de las organizaciones administrativas y de los sistemas de transporte

5) la rotunda primacia de lo local sobre lo global

6) políticas activas de redistribución de los recursos en provecho de los desfavorecidos y en franca contestación del orden capitalista imperante.

Las Ocho R´s del Decrecimiento: (Serge Latouche)

– Reevaluar (revisar nuestros valores: cooperación vs. competencia, altruismo vs. egoísmo, etc.)

– Reconceptualizar (modificar nuestras formas de conceptualizar la realidad, evidenciando la construcción social de la pobreza, de la escasez, etc.)

– Reestructurar (adaptar las estructuras económicas y productivas al cambio de valores)

– Relocalizar (sustentar la producción y el consumo esencialmente a escala local)

– Redistribuir (el acceso a recursos naturales y las riquezas)

– Reducir (limitar el consumo a la capacidad de carga de la biosfera)

– Reutilizar (contra el consumismo, tender hacia bienes durables y a su reparación y conservación)

– Reciclar (en todas nuestras actividades)