La Vitoriana: El pan le salió caro

Tras un largo conflicto en cuyo transcurso la solidaridad y el empuje del sindicato se han puesto de manifiesto, se llegó a un acuerdo más justo al interés de la trabajadora.

El conflicto se inició hace ya varios meses con el despido de la compañera Adriana (por solicitar el pago de unas horas extras y un calendario laboral, ¡tiene narices!). Basándose en reducción de beneficios, la empresa decidió quitarse a la compañera de encima por mil y pico euros, el famoso despido procedente. La compañera ya se olía que querían despedirla, posiblemente porque cuando solicitas tus derechos, impactas con los intereses de la dueña.

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Se luchó bien: pegada de carteles, reparto de octavillas, pancarta ante el comercio bien nutrida de militantes y potente altavoz como mostraba la imagen ampliamente distribuida, implicación de la afectada… y los resultados fueron viéndose: pago de las horas extras, reconocimiento de la antigüedad…

La CNT se lo planteó como tenemos por norma: en busca del despido nulo. Tal vez se hubiera podido conseguir, pero tal vez, no. No están los tiempos para jugársela al buen o mal humor del juez de turno. Tampoco parecía una solución excesivamente sensata para un negocio de panadería en la que día tras día tienes que convivir con la patrona, en permanente tensión. Así que analizado el caso, se decidió que lo adecuado era pactar un despido improcedente con una fuerte indemnización: conseguir al menos seis veces más de lo que la dueña del establecimiento y sus asesores legales ofrecían. Echar atrás esos novedosos inventos del despido procedente por causas objetivas y del despido disciplinario.
 
Se ha logrado. Se ha logrado por la acción directa, sin recurrir a los tribunales.

La compañera contenta, la CNT contenta, la patrona al final también contenta psicológicamente (comenzará a poder dormir sin soñar con carteles clavados en las paredes y manifestaciones delante de su establecimiento), triste económicamente porque un buen montón de euros han escapado de su cuenta corriente.

Ya saben los patronos cómo va a actuar la CNT. Siempre en pro del despedido nulo y si no se ve conveniente hay que multiplicar las indemnizaciones. Con nosotros no vale eso del despido más barato, sino lo contrario: ahora cuesta más que antes. Algo así como sesenta días por año trabajado para empezar a hablar.

Pero también deben saber los trabajadores afectados que sin su implicación personal, nada de nada. El trabajador puede contar con el sindicato, con un sindicato sin liberados y regido por la solidaridad, pero también el sindicato debe contar con la implicación del afectado.

Implicación mutua para vencer al patrón, lo demás historias.