El uno de marzo de 1909 nació en Vitoria Ángel Adrián Ruiz de Pinedo González, anarquista y confederal, médico de profesión, como Isaac Puente (de quien fue amigo fraterno) y Cándido López de Ullívarri, los tres confederales y anarquistas en Álava, para desmentir el tópico de que la CNT era una banda de desharrapados.
Estudió el bachillerato en el instituto de su ciudad natal y medicina en Oviedo (1923-1924), Barcelona (1924-1929), donde se subió al carro libertario, y Santiago (1929-1932). En la ciudad gallega ocupó la presidencia con su fundación del Sindicato de Sanidad de la CNT en 1931.
Ejerció la medicina en la localidad alavesa de Pobes, y desde allí se desplazaba a Maeztu, lugar de residencia de Puente, y Vitoria en bicicleta.
Detenido en diferentes ocasiones y de modo relevante en enero de 1933 (implicado en el oscuro asunto de las bombas de Igualada, preso gubernativo desde el 18 de enero) y el 23 de julio de 1933 en redada contra los confederales ordenada por la dirección general de seguridad que llevó a más de sesenta militantes (Pedro Olazagutia, Braulio Quintana, Nicolás González, Víctor Varela, Isaac Puente, Bernabé Villambiste, David Alday, Albino Arpón, Constantino García, Antonio Hernández, Faustino Herrera, Sabino Landa, Antonio López de Calle, Joaquín Manzano, Félix Ruiz, Teodosio San Miguel entre otros) a la cárcel y clausuró la sede del sindicato vitoriano, en típica razzia de amedrentamiento hacia quienes no bajaban la cabeza ante el poder constituido.
Sublevado el fascio en 1936, fue encarcelado en Vitoria (28 de julio) y después encerrado en el campo de concentración de Miranda de Ebro, juzgado y condenado el 29 de febrero de 1940 a tan solo cuatro años porque contó con avalistas influyentes y ya la fiebre asesina había amainado y se le concedió la libertad atenuada ese mismo mes.
En los años siguientes se mantuvo correoso en la clandestinidad hasta su detención y encarcelamiento el 23 de agosto de 1945, en incursión policial que alcanzó a una veintena de resistentes (Fidel Arenchadieta, Manuel Canto, Mariano Díez, Antonio Galdeano, Francisco Glaría, Eustaquio Iracheta, Isidro Manso, Clemente Martínez, Pablo Moreno, Fermín Muruzábal, Modesto Navarrete, J. J. Ruiz de Gauna, Ángel Ruiz de Pinedo, Octavio Salazar, José Santiago, Rufino Trincado, Antonio Vera Arroyuelo, Jesús Villa) acusados todos de asociación ilícita y propaganda ilegal.
Se le liberó el 24 de noviembre y al poco tomó el camino de Francia (tras casarse en febrero de 1946 con Felisa Bartolomé Berasategui).
Asentado en Venezuela desde el dos de septiembre de 1948 (residió sucesivamente en Caracas, San Carlos y Mérida), obtuvo la nacionalidad venezolana en 1953 y trabajó en su profesión entregado sobre todo a la prevención de la tuberculosis.
Próximo ya su fin, retornó a Vitoria en 1973, donde falleció el siete de mayo de 1975. Está enterrado en el panteón familiar del cementerio de Santa Isabel.