Como ya tod@s conocerán, la Sociedad General de Autores ha demandado a la C.N.T. por solidarizarse con un portal de internet anarquista. No es una práctica novedosa en esta asociación pretender gozar, a golpe de querella, de una imagen honorable y respetable. Hemos de suponer que intenta desesperadamente conseguir cierta reputación aunque ésta provenga únicamente de los tribunales.
Nosotr@s entendemos el significado que tiene la palabra prestigio, sin duda alguna gozamos de él en ciertos medios laborales y es algo que hemos ganado con el tiempo y sobre todo con una determinada manera de comportarnos; también conocemos el significado de la difamación y de lo que acarrea, pero sin duda alguna son nuestros actos los que no dejan lugar a dudas sobre lo que representamos.
Hemos sido fieles a nuestros principios de acción directa y, antes de realizar las alegaciones legales pertinentes, iniciamos los contactos con la SGAE para conocer de primera mano su malestar y las posibilidades de solucionar el conflicto fuera de los tribunales. Hemos de decir que nos sorprendió gratamente la actitud de la demandante al recibirnos y entablar un diálogo sosegado con un@s simples obrer@s, y debemos de decir también que la reunión fue satisfactoria e incluso cordial. Las pretensiones de la SGAE son sin duda razonables y en absoluto desproporcionadas. Entre ellas, la de disculparnos por el artículo de solidaridad emitido por el Sindicato de Artes Gráficas, esgrimiendo la razón que la gacetilla había sido emitida de forma “individual