15 octubre, 2024

LA CLANDESTINIDAD Y EL EXILIO.

La lucha clandestina antifranquista fue siempre difícil y no demasiado sólida por la eficacia policial y el desánimo y la frustración dominantes. La afirmación es válida y aplicable a nacionalistas, socialistas, comunistas y anarquistas que por otra parte se movían con frecuencia de consuno, menos partidistas y más puramente antifranquistas por necesidad. Las redadas policiales se sucedieron desde diciembre de 1944i hasta 1951, después prácticamente desaparece toda oposición organizada, ya considerada inútil. Los más refractarios abandonan el país, camino de Francia y países americanos, el resto se acomoda a la espera de tiempos más prósperos.

Derrotada la República, sobre el movimiento libertario se cierne la represión. A los asesinados y muertos en el frente se suman los muchos encarcelados y los numerosos exiliados. A medida que la militancia va saliendo de campos de concentración, cárceles y batallones de trabajadores se va reorganizando entre grandes dificultades. Entre los represaliados figuran Fernando y Raimundo Aldama, David Alday, José Álvarez de Arcaya, Tomás Angulo, Felipe Barrio, Ángel Barrón, Rafael Basurto, Ángel Celaa, Santiago Chiquirrín, Jesús Conde, Manuel Fernández, Atanasio Gainzaraín, Félix González, Macario Illera, Erotis Lozano, Gregorio Fernández de Luco, Eduardo Madrona, Eduardo Olazagutía, Santiago Pérez de Villarreal, Ramón Puelles, Braulio, Daniel, Nicanor y Pablo Quintana, Abel Ramírez, Ángel Ruiz de Pinedo, Francisco Saiz, Plácido Saldaña, Luis Santomé, David Tejada, Nicolás Turienzo, Carlos Ugarte, Cándido Ullíbarri, Pedro Uriarte, Bonifacio Urieta, Francisco Valdivielso, Amador Viteri, Valeriano Zarantón y un largo etcétera. Bastantes de ellos a medida que abandonan cárceles, destierros, batallones de trabajadores y campos de concentración se suman a la lucha clandestina.

Inés Ajuria de la Torre

Las noticias sobre la resistencia clandestina son confusas y cronológicamente imprecisas. En pricipio se da prioridad a la constitución de un Comité Regional en la Regional Norte. Se asegura que en 1942 (pero seguramente habría que retrasar la fecha) se celebra un Primer Pleno clandestino de la Regional Norte de CNT y se cuenta con un primer Comité Regional (Amador Lucarini, Armesto, Solís, Litri) que contacta con el Comité Nacional de CNT y reparte circulares y manifiestos. Se dice que por entonces existía la Federación Comarcal de Álava a la que algunos atribuyen 300 afiliados, lo uno y lo otro de difícil confirmación, ya que los datos recogidos nos llevan, unos pocos a 1943, y muchos más a 1944-1945. En 1943 parece haber existido un Comité Comarcal del que formaba parte Alday, pero podríamos estar hablando de 1944, año en que efectivamente Alday, Valdivielso, Santiago Pérez de Villarreal y Macario Illera lo integraban. En 1944 el segundo Pleno clandestino de la Regional Norte de CNT contabiliza 1.200 afiliados de los que a Vitoria pertenecen 150 con un Comité Regional constituido por Lucarini, Armesto, Santi, Giménez, Ruiz, Ervosa y nuestro David Alday. En 1945 son detenidos numerosos militantes del Norte en una de las frecuentes razzias de la policía franquista: encarcelados los miembros del Comité Regional y del Comité Comarcal de Álava. El Comité Regional, desde la cárcel de Larrínaga, difunde un manifiesto pro Partido Libertarioii que originó gran polémica, pidiéndose según Téllez la expulsión de los firmantes, todo lo contrario en opinión de Aransáez. Eran tiempos de escisión que venían del exilio. La reorganización de la Regional, trae un nuevo Comité: Manuel Rigal, Laureano Salinas, José Lastra, Marín, Cantero, Ervosa y nuestro Abel Ramírez, pero algunas federaciones locales se separaron -fruto de la ruptura del MLE en Francia y en el interior- iniciándose así la decadencia de la lucha clandestina.

Fausto Villamor Pérez

En marzo de 1946 es detenido el Comité Regional clandestino de Rigal, Salinas, Guinea, Lastra, Axpe, Loza y Farico. En octubre de 1946 tiene lugar un Pleno Regional clandestino en Sestao al que asiste Ángel Aransáez, por el exilio, y que nombra a E. Leiva como secretario regional y a Pablo Velasco delegado al Comité Nacional y según Aransáez se aceptó el Pacto de Bayona. En Bilbao en febrero de 1.947 se celebra un nuevo Pleno Regional que se dota de Comité Regional: Urzúa, Lastra, Salinas, Medrano, José García, Araujo, Galilea, Linares y Guinea.

Entre los que mantuvieron la bandera confederal enhiesta en esos años cuarenta en Vitoria figuran: Marcelo Chiquirrín, Demetrio Fernández (brevemente detenido en mayo de 1947), Gregorio Fernández de Luco (miembro del Comité Comarcal clandestino en la posguerra), Luis García Bengoechea (detenido en mayo de 1951), Valentín González (encarcelado durante cuatro días en Vitoria, junio de 1945), Macario Illera (miembro del Comité Comarcal en 1944), José Jiménez de Aberasturi (pundonoroso en la clandestinidad, detenido y condenado a cuatro años, condena rebajada en noviembre de 1947), Jesús Lezana (diez días preso en agosto de 1944), Antonio López de Calle (brevemente detenido en mayo de 1951, en redada policial contra la oposición antifranquista), Vicente López de Calle (detenido en mayo de 1951), Julio López de Uralde,iii Paricio Lozano (tres días preso en abril de 1946), Florentino Martínez (encarcelado en Vitoria en marzo de 1948, quince días preso), Modesto Navarrete (miembro del Comité Comarcal clandestino hacia 1945, encarcelado en Vitoria tras redada policial que alcanzó a una veintena de resistentes del 24 de agosto al 24 de noviembre de 1945, exiliado en Francia, en 1945 se unió a los ortodoxos: elegido por Álava para el Comité Regional del Norte en el pleno tolosano de 8-11-1945, no obstante, extrañamente, aparece como detenido momentáneamente, un día, en mayo de 1946), Simón Pérez Ariza (encarcelado en Vitoria del 25 de abril al 9 de mayo de 1946), Isidoro Pérez de Arenaza (encarcelado durante quince días en noviembre-diciembre de 1944 y una vez más de marzo a mayo de 1952, acusado de actividades subversivas), Santiago Pérez de Villarreal (detenido en redada de la brigada político social, julio de 1944, acusado de formar parte del Comité Provincial de Álava, liberado en noviembre abandonó la lucha convencido de que CNT se hallaba plagada de infiltrados y confidentes), Ramón Puelles (una detención momentánea hacia 1948), Antonio Pujadas (encarcelado a comienzos de abril de 1948 en redada policial), Abel Ramírez (en 1945 partícipe del Comité Comarcal clandestino y en 1946 del Comité Regional del Norte en representación de Vitoria, hasta su marcha a Francia), Ángel Ruiz de Pinedo (encarcelado el 23 de agosto de 1945, en redada policial que alcanzó a una veintena de resistentes, acusado de asociación ilícita y propaganda ilegal, se le liberó el 24 de noviembre y al poco tomó el camino de Francia), Félix Ruiz de Zárate, Prudencio Sarralde (tres días preso en mayo de 1947), Paulino Vélez (en abril de 1949, cinco días preso por decisión gubernativa), Nicolás Turienzo (en junio de 1953 encarcelado ocho días, junto a Antonio Vera, y al año condenado a un año de prisión), Antonio Unda (arrestado durante un mes en enero-febrero de 1945), Mariano Uriarte (preso en Vitoria durante un mes en enero y febrero de 1944), Pedro Uriarte (en 1945, acusado de organizar la CNT de Vitoria y formar parte del Comité Comarcal de Álava, logró escapar a Francia), Francisco Valdivielso (en 1943-1944, integrante del Comité Comarcal clandestino, preso gubernativo del 2 al 30 de agosto de 1943, apresado en 1945 con Alday acusado de organizar y dirigir la CNT, condenado a cuatro años, nuevamente preso, acusado de injurias a Franco en enero de 1960, durante cinco días y de nuevo en marzo, durante casi dos meses, por proferir gritos subversivos, afiliado a la CNT tras la muerte de Franco, aunque no militara), Antonio Vera (detenido en redada policial en Vitoria, agosto de 1945, acusado de asociación ilícita y propaganda ilegal, en junio de 1953 cinco días preso en Vitoria, con Nicolás Turienzo). Fuera de Vitoria se mantiene la lucha clandestina, al menos como grupo organizado, en los cuarenta en Labastida (Felipe Barrio, Daniel Quintana y Esteban y Félix Manzanos).

Puntualicemos que la CNT del Norte del Interior, salvo algunas individuales, sique estrictamente los acuerdos tomados por la misma Regional en el exilio que se integró en la rama minoritaria (Subcomité). La cercanía a la frontera, permitía un continuo trasiego de la militancia. A medida que sus relaciones con otras entidades vascas exiliadas se fueron reforzando (asistencia al Consejo Consultivo Vasco, Pacto de Bayona, presencia en el Gobierno Vasco, se fragmentó en la práctica en dos (aunque se siguiera empleando el término Regional Euzkadi-Norte): Comarcal Cántabra y CNT de Euskadi. En el exilio ya no se hablaba de las federaciones de origen (no hay comarcal alavesa, ni federación de Vitoria, aunque hasta 1949 para la conformación del Comité Regional se trató de que estuvieran representadas las distintas provincias): los contactos del Comité Regional se establecen con la ubicación geográfica de los exiliados en Francia: Bajos Pirineos, Bayona, Burdeos, Hendaya, Landas, Pau y París. Consecuentemente en adelante hay que limitarse a seguir el tránsito de las individualidades, que con el paso del tiempo va acumulando deserciones y abandonos y traslados a países americanos siendo muy pocos los activistas de origen alavés con una trayectoria reseñable: José Gil, Fausto Villamor, Daniel Orille entre los reformistas y Cesáreo Sarralde, Liberto Lucarini y Modesto Navarrete entre los ortodoxos, y el caso especialmente reseñable en los sesenta de Eduardo Madrona ya en la fase de unificación.

Los ortodoxos intentan cortar el desviacionismo con un Pleno Regional celebrado en Baracaldo en 1945 o 1946 (según fuentes) en presencia de José Penido (por el Comité Nacional) y José Pérez Montes (venido del exilio) y eligen a Magín como delegado al Comité Nacional de Madrid. Posteriormente la rama ortodoxa prácticamente desaparece del interior y, como regional, también del exilio.

Ya en los sesenta hallamos a Braulio Quintana (detenido y apaleado hacia 1960 tras el estallido de una bomba en los sindicatos verticales), Eduardo Madrona (delegado de la Regional Norte al Comité Nacional de CNT encabezado por Ismael Rodríguez, fue detenido en Madrid en diciembre de 1961, acusado junto a Fidel Gorrón y Antonio Bermejo de propaganda y asociación ilícitas y condenado a seis años) y los latigazos de Valdivielso.

Ángel Ruiz de Pinedo González

En el exilioiv las cosas fueron incluso peores ya que hasta fines de 1944 cuando la derrota alemana era una realidad la vida de los confederales transcurrió en campos de concentración,v batallones de trabajadores extranjeros, maquis, etc. Con la derrota alemana, la CNT del Norte se reorganiza en Francia y en los años siguientes va a marcar las pautas del interior a lo que favoreció el prestigio de algunos de los exiliados y el carácter fronterizo (esto último permitió además que la Regional Norte existiera como tal y no se diluyera en el conjunto del exilio hasta fines de los cuarenta). El 31 de marzo de 1945 se firma el Pacto de Bayona entre PNV, ANV, PCE, EMB, UGT, PRF, PSOE, STV y CNT (Cándido Armesto y Félix Liquiniano) que suponía la creación de un Organismo Consultivo del Gobierno Vasco para cuando desapareciera Franco. La firma anticipaba la ruptura del exilio, actuando la regional Euzkadi-Norte como punta de lanza, con lógica si se considera la influencia de Horacio Martínez Prieto. La Plenaria Regional de la CNT exiliada (fracción pro republicana), celebrada en Bayona 9-11 de febrero de 1946, se mostró favorable a participar en el Gobierno Vasco e incluso propuso los posibles consejeros (Primitivo Rodríguez, Chiapuso y Armesto), y nombró una comisión retribuida económicamente de tres miembros (Aransáez, Chiapuso y Arce). Estuvieron presentes: Elpidio, M. Vera, Ochoa, Zamacona, Aransáez, M. Chiapuso, Rebolleda, Arce, Mateos, Liquiniano, Armesto, Primitivo Rodríguez, Gregorio Gómez, Pío Vázquez, Vicente del Solar, Víctor San José, Serna, Lacabe, Mora, S. Aransáez, Rufino, Perosa, E. Rodríguez y al menos cuatro militantes de la CNT alavesa: Orille, Quintana, Villamor y Gil (éste por el Comité Regional). Otra plenaria en el exilio (8-9 de junio 1946) acuerda publicar un boletín y exigir dos consejeros en el Gobierno Vasco de Aguirre. Se leyó un escrito de Martínez Prieto que exponía su escepticismo cara a lograr entrar en el Gobierno y solicitaba la creación de un partido anarquista al margen de la CNT. El periódico será La Voz Confederal (nº 1 de junio) editado en el sur de Francia para el interior y otro (nº 1 de agosto) para el exilio. En agosto de 1946 se constituye el Gobierno Vasco en el exilio presidido por Aguirre (hasta 1.960) que contó con el apoyo de la CNT del Norte. El Pleno Regional en el exilio de 9-11 de noviembre de 1946 da luz verde a la participación en el Gobierno Vasco y en el Consejo Consultivo Vasco. Chiapuso es elegido secretario regional en sustitución de Aransáez. Estuvieron presentes junto a Primitivo Rodríguez, Rebolleda, Gregorio Gómez, Serna, Eskauriaza, L. Castillo, Chiapuso y otros muchos, los alaveses Gil, Daniel Orille y Ramírez.

Desde 1948 la rama reformista sigue celebrando reuniones: Plenos Regionales en Bayona (31 de enero-1 de febrero de 1948, 28 de agosto de 1948) pero ya en franca decadencia como el conjunto de la CNT. El ocaso definitivo se da en 1952 cuando el Estado francés disuelve la CNT del exilio, siendo secretario regional del Subcomité Regional del Norte Manuel Rigal que no quiso seguir. Tras una reunión tenida en Burdeos asume el cargo Ángel Aransáez, en principio durante cuatro años pero que se alargarán, prácticamente convertido en el representante del exilio hasta el fallecimiento de Franco y aún después.

Afectos a la CNT reformista en el exilio en los años cuarenta fueron entre otros los confederales alaveses Tomás Corcuera, Antonia Echave, Isidoro Fajardo, Vicente Ferrer, Carmelo Gauna, José Gil Cámara, Jesús López Campo, Jenaro López, Felisa Ochoa, Esteban Ochoa, Daniel Orille, Quintana, Abel Ramírez, Jesús Sedeño, Esteban Uriarte y Fausto Villamor. Pero también debieron de ser numerosos los militantes alaveses que se sumaron a los ortodoxos (su primer Pleno Regional en Francia se celebra en Toulouse 5-1-1946vi convocado por la comisión de relaciones provisional allí sita con este orden del día: nombramiento de mesa, informe de la comisión provisional, estructura de la comisión y lugar de residencia y actividades de la misma, actitud contra los que pretenden dislocar la regional, relaciones con la regional del interior de España, ¿se estima necesario desautorizar a quienes con el nombre de comité de relaciones de Euzkadi tratan de representar nuestro ML en organismos como el Gobierno de Euzkadi?, necesidad de establecer relaciones con los compañeros emigrados en distintos países, relaciones con los partidos y organizaciones de la región, nombramiento de la comisión de relaciones efectiva y localidad de residencia, asuntos generales), aunque al no formar grupo propio sea más difícil localizarlos: Cesáreo Sarralde, Modesto Navarrete y Rafael Íñiguez.

Un leve intento de relanzamiento se produce tras la reunificación de la CNT exiliada (Congresos de Limoges de 1960 y 1961)que en el caso de la Regional Norte lleva al Pleno Regional de 30-31 de octubre de 1965 reunido en Burdeos, que en realidad se celebra cuando ya nuevos vientos de ruptura soplan con virulencia, con 17 delegados directos y 5 venidos del interior. Trató el asunto navarro (adscripción o no a la Regional Norte) que quedó como estaba y el espinoso del cincopuntismo y Aransáez ejerció de secretario regional. El 5 de diciembre de 1965 la regional asiste al Pleno Extraordinario Nacional de Regionales de CNT desarrollado en Carabaña que aprobó el cincopuntismo pese a los reparos de la delegación del Norte. Al año siguiente se renueva la Alianza Sindical CNT-UGT-STV y en 1967 se publica el periódico Euzkadi Confederal, en el exilio (nº 1 de mayo). Son años de decadencia en los que ya sólo se espera la muerte de Franco, convencidos de la imposibilidad de derrocar el franquismo. El 14-15 de agosto de 1971 un Pleno Regional en Bayona constata la extrema decadencia de la Regional Euzkadi-Norte limitada a la pura supervivencia.

En 1976 con el inicio de las labores de reconstrucción de la CNT en Vitoria, el anarquismo organizado retorna a tierras alaveses. Arranca otra historia, la del postfranquismo, en la que, salvo muy contadas excepciones, no hubo presencia de la vieja militancia.

i Se pueden seguir en parte por el Libro de detenidos de la cárcel de Vitoria, 1944-1948. Solo en parte, porque muchos de los arrestados no pasaron por la cárcel vitoriana al producirse su detención en redadas de mayor amplitud que la local.

Día 1 de diciembre de 1944: Eustaquio Iracheta, Nicolás Larreina, Isidro Manso, Clemente Martínez.

Días 23 al 25 de agosto de 1945: Fidel Arenchadieta, Manuel Canto, Mariano Díez, Antonio Galdeano, Francisco Glaría, Eustaquio Iracheta, Isidro Manso, Clemente Martínez, Pablo Moreno, Fermín Muruzábal, J. J. Ruiz de Gauna, Octavio Salazar, José Santiago, Rufino Trincado y los confederales Modesto Navarrete, Ángel Ruiz de Pinedo y Antonio Vera Arroyuelo.

Día 24 de mayo de 1947: Fructuoso Cortázar, Ángel Munio, Alejandro Rodrigo, Teodoro Ruiz y el confederal Prudencio Sarralde.

Días 12 al 14 de abril de 1948: Manuel Canto, Francisco Glaría, Timoteo Hierro, Eustaquio Iracheta, Isidoro Manso, Pablo Moreno, Basilio Ortiz, Nazario Palacios, Deogracias Pardo, Enrique Plazaola, Ramón Puelles, Antonio Pujadas, Luis Rius, Rufino Trincado, Antonio Urrestarazu, Jesús Villa y otros muchos.

Días 4 al 7 de mayo de 1951: Jesús Álava Canales, Justo Alonso, Máximo Amurrio, Gerardo Arberas, Ángel Arbosa, Aurelio Barredo, Isaac Caño, Andrés Barruso, Epifanio Apaolaza, Luis García Bengoechea, Honorio Iturraspe, Antonio López de Calle, Antonio Moreno, Donato Ochoa, Ángel Oliva, Ambrosio Otazu, Víctor Pereda, Mauro Rodríguez, José Luis Tejada, Eugenio Villamor y otros muchos de los que al menos Jesús Álava Canales, Luis García Bengoechea y Antonio López de Calle, adscritos a la CNT de antiguo.

ii Partido Libertario. Su punto de partida reside en los artículos de Horacio Martínez Prieto en Timón (1938), en los que pedía la transformación de FAI en partido, petición rechazada por un Pleno Nacional del ML (Barcelona, octubre de 1938), que justificó el colaboracionismo del momento como algo excepcional. En una Plenaria Nacional del MLE en Francia, diciembre de 1944, y en un Pleno Nacional del interior, julio de 1945, se había rechazado el proyecto prietista como una cosa de Horacio. En el exilio francés, el 23 de enero de 1948, aparece un documento firmado por diecisiete militantes de CNT de la fracción colaboracionista del Subcomité Nacional (Arce, Armesto, V. Bel, Berbegal, J. Bernat, C. Calpe, José Castillo, Chiapuso, José Expósito Leiva, Avelino Fernández Roces, Horacio Martínez Prieto, Miñana, Aurelio Pernia, Pedro Rey, Liberto Ros, F. Royo y Valdeperas) favorables al partido libertario, que fue desautorizado por el Subcomité, que los separó de sus cargos y funciones orgánicas.

iii A. y L. Martínez Mendiluce, Historia de la resistencia antifranquista en Álava (San Sebastián, 1998), 159, quetienden a considerar toda la oposición en la órbita del PCE, aunque no fueran comunistas, señalan como colaboradores a Félix Ruiz de Zárate, Julio López de Uralde, Marcelino Chuiquirrín y Angel Pinedo. Desconocen que en los cuarenta además de la UNE comunista, existió la ANFD más controlada por los libertarios.

iv Para el exilio se han consultado numerosas actas de reuniones de militantes, plenarias y plenos regionales a partir de 1945 celebrados en Bayona, Burdeos, Hendaya y París, abundantes circulares del Comité Regional (denominado Subcomité Regional), correspondencia del Comité Regional con el Gobierno Vasco y con el Subcomité Nacional. En su conjunto es una documentación más apta para seguir los avatares de la Regional que para el devenir de los confederales alaveses. Más interés para conocer la trayectoria de algunos militantes presenta la correspondencia del Comité Regional con grupos e individualidades, así como las fichas de control (normalmente firmadas por los interesados) del Comité Regional del Norte y de un denominado Ministerio de Emigración.

v Especialmente numerosos en el campo de concentración francés de Gurs. Allí fueron a parar en 1939 Pedro Angulo, Regio del Castillo, Centol Ruiz de Gauna, Alejandro Díez Maiza, Félix Doménech, Jovino Esnaola, Fernando Espinosa, Francisco Ferreira, José Fresnadillo, Ignacio Garciandía, Carmelo Gauna, Baldomero Gómez, Juan Herce, Andrés Íñigo, Rafael Íñiguez, Manuel Lavín, Cipriano y Marcelino López de Muniáin, Jenaro López, Jesús López Campo, Aurelio Madrid, José Manzanares, Antonio Navarrete, Daniel Pérez Plazaola, Constancio Rodríguez, Manuel Ruiz Amestoy, Julio Sáez, Paulino Urbiso, Fausto Villamor, Bernabé Villambiste.

vi CNT, 46, Toulouse 16-2-1946.