Desde la Confederación Nacional del Trabajo, adherida
a la Asociación Internacional de los Trabajadores (CNT-AIT), ya lo veníamos
anunciando: las tasas de las titulaciones universitarias iban a subir de forma
desproporcionada y, a pesar de que las autoridades públicas continuamente lo
desmintieron, este mismo año hemos confirmado las previsiones.
Las diferentes universidades madrileñas han visto cómo
las tasas de los nuevos grados ascendían un 23% con respecto a las
correspondientes a licenciaturas y diplomaturas en años anteriores. Esto no ha
sucedido sólo en Madrid; en Salamanca las tasas han experimentado una subida
idéntica y, en casos como los grados de la rama sanitaria, el incremento puede
llegar incluso a un 42% o a un 46%, como es el caso del grado en Medicina que
ofertan las universidades catalanas.
Encontramos más de lo mismo con respecto al máster que
sustituye al curso de preparación al CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica),
imprescindible para realizar labor docente. La subida general ha sido
aproximadamente de unos 150 a 900 euros, pero en algunos casos, como en la
Universidad de Sevilla, ha llegado a subir hasta 2.000 euros. Éste no es el
único cambio que ha sufrido el CAP, ya que el número de plazas ha sido reducido
de 2.500 a 1.000 (otro caso más acentuado es el de las universidades valencianas,
que han pasado de ofertar 8.458 plazas a sólo 2.430 con un aumento de 600 € en
el costo), agravando la situación de exclusividad a la hora de acceder a la
labor docente.
Asimismo, con la sustitución de las licenciaturas de 5
años por grados y posgrados de 4 y 1 ó 2 años, quien quiera continuar
formándose después de cuatro años de carrera deberá costearse, en lugar de las
tasas correspondientes a un quinto año de carrera, las tasas correspondientes a
un máster, como mínimo el doble de altas que las del grado en experimentalidad
6 (la más baja). El segundo ciclo de especialización, asequible a todos,
desaparece en provecho de una titulación elitista, aún más inaccesible en el
caso de las universidades privadas y las titulaciones propias, que, al disponer
de más recursos financieros, serán de mayor calidad y recibirán una mayor
valoración por parte del mercado laboral.
Las consecuencias de esta mercantilización y la subida
de tasas que implica las podemos observar en Reino Unido o en los EEUU, donde
cada vez un menor número de jóvenes puede acceder a unos estudios
universitarios y la mayoría de éstos consigue estudiar endeudándose, estando
condenada a pagar, tras finalizas los estudios, el préstamo sin el cual no
hubiera podido realizarlos.
El discurso por parte de las “máximas autoridades
académicas” sigue siendo una repetición de los beneficios que traerá el EEES,
presentando esta subida desmedida de las tasas como una especie de consecuencia
insignificante. Esta subida en los precios de universidades públicas ni es
insignificante, ya que dificulta o incluso imposibilita el acceso a estudios
universitarios a muchos jóvenes, ni es consecuencia de ningún beneficio, ni
siquiera aunque éste fuese real.
La única causa de esta subida es el modelo
universitario hecho por las empresas para satisfacer sus intereses. Así,
extienden los valores de mercado a la Universidad, vaciándola de contenido y
vulnerando el derecho de estudiantes y profesores.
Ante estos ataques, la CNT-AIT llama a la movilización
para denunciar los verdaderos intereses que se esconden tras el Espacio Europeo
de Educación Superior. Rechazamos rotundamente una universidad elitista al
servicio de cualquier interés (ya sea económico, militar, religioso…) y
luchamos por una sociedad igualitaria donde el aprendizaje sea realmente
universal, tanto en su acceso como en sus contenidos. Unidos, los trabajadores
y los estudiantes podemos detener el EEES y el sistema económico que lo vuelve
posible y necesario; podemos cambiar el mundo y la vida.
http://madrid.cnt.es/noticia.php?id=212
http://ensemad.cnt.es/content/view/247/1/
S. Ensenanza e Intervencion Social Madrid