La pasada reunión de Zapatero en Moncloa con las cuarenta y dos mayores empresas del país escenificaba su sumisión al poder económico y la verdadera naturaleza del poder político.
El gobierno en la sombra del Capital está desmontando de forma sistemática cualquier residuo de los derechos sociales, fruto de años de luchas obreras. Reforma tras reforma se desmantelan los sistemas públicos de protección social y se reducen los salarios, mientras se precarizan cada vez más las condiciones de trabajo.
A pesar de ello, y de unos beneficios que contrastan con la realidad de paro, desahucios, miseria y desesperación a la que se enfrentan cada vez más personas; la avaricia del capital no tiene límite y continúan exigiendo y preparando nuevos recortes y ajustes.
Desde Europa, el Pacto del Euro refuerza la sumisión de las instituciones europeas a los poderes económicos, extendiendo los retrocesos en derechos sociales por todo el continente.
Tenemos que romper el cerco, para CNT no hay otra alternativa que la organización y la lucha. En la organización, nos enfrentamos al reto de poner en marcha los acuerdos congresuales sobre acción sindical, mejorando la organización, implantando las secciones sindicales, y extendiendo el trabajo sectorial y la coordinación, levantando con orgullo, la alternativa del modelo sindical de CNT, en estos momento de desmovilización y descrédito social del sindicalismo.
En la lucha, CNT ha puesto en marcha una campaña de movilizaciones, con actos en distintos territorios, llama a movilizarnos el primero de mayo y prepara una convocatoria estatal a principios de junio. La CNT sigue en la calle como referente de lucha.
Desde la calle, y desde la puesta en práctica de nuestra propia alternativa, CNT es consciente de que si queremos construir un proceso de movilización social con capacidad real de enfrentar los ataques contra la clase obrera, es necesario el concurso de distintas organizaciones y movimientos sociales que, desde una perspectiva anticapitalista, compartan reivindicaciones y la voluntad de enfrentarse a la política de pacto social.
Tenemos por delante el reto de construir una organización fuerte, de salir a la calle y de ser capaces de implicar, en torno a estos planteamientos, a los trabajadores y trabajadoras, a los desmovilizados, y a los organizados en otras organizaciones sindicales, dentro de una campaña de movilización capaz de enfrentarse al gobierno y al capital.
Quién mejor que la CNT, con su trayectoria de lucha y dignidad, y su práctica sindical radicalmente enfrentada al modelo sindical imperante, para enfrentarse a este reto.