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Texto de introducción a la Guía de Orientación en la búsqueda de empleo elaborado por la Asamblea de parados/as de la F.L. de CNT-AIT de Madrid:
«El trabajo forma parte de la naturaleza del ser humano. El ser humano es un ser social y las relaciones sociales entre los humanos están desarrolladas a partir de las relaciones cooperativas en el trabajo y de la actividad económica que del mismo se construye y se desarrolla. (…)
Por tanto, todas las sociedades nacen, se forman y se desarrollan mediante el comportamiento económico de la producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios como medios de la sociedad humana y resultado individual o colectivo de la sociedad.
El capitalismo es el des-orden social que resulta de la libertad económica generada gracias a la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción. Las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o servicios de forma libre dentro de la división del trabajo (explotación laboral), con el propósito del beneficio monetario para la obtención de recursos en función de cualquier orden de fines, dentro de la cooperación mediatizada en el mercado. La producción, distribución y los precios de los bienes y servicios están determinados por el libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.
Como anarcosindicalistas, somos conscientes de que la división del trabajo y la propiedad privada de los medios de producción es la causa principal que genera la desigualdad entre las personas. Los empresarios se quedan con la totalidad de los beneficios del trabajo de los/as trabajadores/as y estos solo se llevan una pequeña percepción denominada salario, que la gran mayoría de las veces ni siquiera tiene que ver con lo que uno produce a diario.
El libre mercado hace que diversas empresas dentro del juego de la oferta y la demanda produzcan y distribuyan más bienes de los que la misma sociedad necesita. A lo cual, las empresas son las que generan en la población distintas necesidades que utilizan para distribuir más productos y afianzar por estas nuevas necesidades otros mercados. Esto genera que las demandas de materias primas por parte de las empresas y multinacionales sean desproporcionadas, siendo estas mismas las que extraen las riquezas naturales de manera desorbitada de países a los cuales mantienen en la miseria más absoluta (lo que se denomina «tercer mundo»), las controlan y las transforman para que se pongan a la venta en los países del «primer mundo», agotando las materias primas de la Tierra y hundiendo el planeta cada vez más.
Nosotros/as nos posicionamos en contra totalmente de que los medios de producción estén en manos de personas que viven a costa de los trabajadores/as. Entendemos que existe una lucha de clase total entre los que están condenados a aportar el factor trabajo en la producción a cambio de una prestación económica o salario, el cual mantiene en la miseria y la marginación constante (clase obrera), y los dueños de los medios de producción y los/as que ostentan la totalidad de cargos de poder, los cuales están viviendo del sudor ajeno (empresarios/as y poderes públicos).
Trabajamos constantemente para transformar el modelo económico capitalista hacia la asociación voluntaria e igualitaria de los/as trabajadores/as a través de la propiedad comunitaria de los medios de producción, bienes y servicios mediante el Federalismo entre los ramos de producción para suplir al Estado. Por tanto los bienes generados serían distribuidos por la comunidad, es decir, el comunismo en su máxima expresión. Para este fin y para acabar con la explotación del hombre por el hombre, no nos queda más que trabajar constantemente con el fin de que nuestra propuesta sea aceptada por la mayor parte de la clase trabajadora. Cambiemos el mundo de base, hundiendo al imperio burgués.
El comunismo -que hemos de procurar no confundir con el Partido Comunista- es una doctrina social que, sobre la base de la abolición de la propiedad privada y la puesta en común de todos los medios de producción y de todos los productos, tiende a sustituir el presente sistema capitalista por una forma de sociedad igualitaria y fraterna. Hay dos tipos de comunismo: el comunismo autoritario que exige el mantenimiento del Estado y de las instituciones que conlleva, y el comunismo libertario que implica su desaparición. Sébastien Faure, art. «Comunismo», Encyclopédie anarchiste.
El sistema capitalista sufre de crisis constantes y graduales al ser totalmente inestable. No hay más que ver el crack del 29 en EEUU. Aun así, el caso del Estado español es una crisis más profunda y más a la española ya que como todos sabemos Spain is diferent. El motor económico del Estado español desde los tiempos del «Tío Paco» es la construcción. Gracias a la sarta de empresarios constructores rastreros sin ningún tipo de ética más que la de tener más dinero, ha producido el estallido del motor económico del Estado.
Al dispararse la demanda de adquisición de vivienda (ya que en este país si no tienes una vivienda zulo para impresionar no eres nadie) por la liberalización del suelo, subió el precio de los pisos. Por tanto, de la noche a la mañana, de poder adquirir una vivienda en unos pocos años con la mitad del salario de un trabajador, se pasó a que las familias se hipotecasen hasta 50 años para adquirir un pisito de 100m² con una piscina comunitaria. ¿Quién no quiso emular las hazañas de Paco el Pocero? Aun con los salarios de mierda que se cobran en el Estado español, los bancos se hartaban de concedernos créditos a mansalva para comprar viviendas a precios desorbitados y además, miles de gilipolleces más que no sirven para nada pero que nosotros sentimos la necesidad de tenerlas ya que los/as empresarios/as nos han creado estas necesidades. ¿Cuántos en el Estado español se sienten ricos por tener un bonito coche, una bonita casa, una bonita tele, un bonito ordenador, un bonito chalet en la playa y una bonita deuda?
Por lo tanto, el motor de crecimiento económico era generado mediante la deuda. Las deudas de las administraciones públicas, de las familias y de las empresas se inflan cada vez más, al igual que se infla la deuda de las cajas de ahorro con los bancos. A raíz de la crisis crediticia estadounidense, los bancos han dejado de prestar dinero y los/as inversores/as han dejado de comprar deuda. Como ha dejado de haber dinero el consumo se ha desplomado, la economía se ha contraído, las empresas quiebran o despiden en masa a sus trabajadores/as y los bancos desalojan a las familias que no pueden estar al corriente de los pagos hipotecarios por carecer de trabajo. Muchos de los/as trabajadores/as nos hemos dado cuenta de que siempre hemos sido pobres. Otros, como que nunca hemos podido llegar a creérnoslo.
Actualmente en el Estado español existen más de 5.000.000 de personas paradas. Además de la estadísticas del INE, también hay que contar el empleo sumergido y aquellas personas que no están inscritas en el INEM. Esta cifra es totalmente dramática ya que esto significa miles de familias en paro, desahucios, carestía de las necesidades básicas, miserias, etc.
La táctica del Estado para frenar la exclusión y frenar la agitación social es usar el estado del bienestar (el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país), dando 400 € a los/astrabajadores/as que terminasen la prestación por desempleo para que tuviesen asegurada las necesidades básicas hasta que las lúcidas y eruditas cabezas pensantes de los políticos y los economistas den con la solución al problema. Esta medida, para nada termina con el problema ya que la limosna solo contiene y perpetua la miseria.
El estado del bienestar tiene su raíz en evitar el malestar social que llevó a Europa a la Segunda Guerra Mundial. Es un pacto social que establece un reparto equitativo de los beneficios y de la riqueza entre la población. Actualmente, la miseria a la que estamos condenados los trabajadores/as es gestionada por ONGs y asociaciones formadas por buitres carroñeros más que por personas con inquietudes sociales. El estado del bienestar, mandatado por el neoliberalismo, está siendo desmantelado y privatizado. Las ONG, asociaciones y otras empresas se lucran a costa de subvenciones y concesiones que reciben de los Estados a costa de mantener la miseria bajo mínimos y ejercer actividades que para nada acaban con la miseria, sino que la aumentan y la mantienen. Por lo tanto hasta los pobres somos rentables aunque no produzcamos.
La CNT, como organización obrera que es, encuentra en el paro una realidad que atormenta a sus militantes. Muchos de nosotros/as pensamos muchas veces en dejar la organización ya que no podemos aportar las cuotas para que ésta se autogestione, al ser ésta una organización que no recibe subvenciones. La CNT es una organización sindical que se basa en los principios anarquistas de solidaridad, apoyo mutuo, autogestión, federalismo e internacionalismo.
Los sindicatos nacieron como organizaciones específicas de trabajadores/as que procuran una defensa real de los intereses sociales, económicos y profesionales relacionados con la actividad laboral. Dado que el estado del bienestar solo sirve para defender los intereses de los poderos, mantener callados a los pobres y frenar la agitación social de la clase trabajadora; es deber nuestro impulsar a los compañeros/as desempleados a la búsqueda activa de empleo, a la exigencia de trabajo al Estado, la exigencia de las reivindicaciones de la CNT (reparto del trabajo, reducción de jornada, abolición de horas extras, bolsas de trabajo gestionadas por los sindicatos), la creación de agitación social entre los parados/as, así como señalar a los empresarios, agentes sociales e izquierda parlamentaria social (PSOE, IU, UGT, CCOO, USO, etc.) como culpables globales del problema que lleva a la miseria a los/as trabajadores/as y así como potenciar la organización como herramienta de lucha real para los/as explotados/as y a la autogestión constante para lograr paliar las necesidades más básicas que puedan tener los/as compañeros/as y contribuir a la autogestión del sindicato.
Nosotros, los/as trabajadores/as de lo social de CNT, caemos en las mismas contradicciones que el resto de compañeros/as de otros ramos. Trabajamos en la burda mentira del estado del bienestar perpetuando la miseria existente. Somos conscientes que todo nuestro trabajo no vale para nada ahí fuera. Pero al igual que los demás compañeros de otros ramos, nos organizamos para denunciar la hipocresía del sector, fomentamos la autogestión de los medios en los cuales desarrollamos nuestra actividad profesional y creamos alternativas de trabajo y de acción social. Al ser un sector relativamente nuevo no tenemos ninguna experiencia pasada en la cual fijarnos a la hora de trabajar y desempeñar nuestra labor tanto en el sindicato como en nuestros puestos de trabajo. Pero sí que tenemos el ejemplo de todas las experiencias de lucha constante de la clase obrera para conquistar los derechos sociales que adquirió mediante sangre y lágrimas, y que actualmente nos quieren arrebatar.
A la hora de buscar trabajo es clave el principio de actividad, por el cual somos nosotros mismos sujetos activos, moviéndonos de forma autónoma. Es vital la picardía que tengamos a la hora movernos, tendiendo que usar la mayor parte de recursos que estén a nuestro alcanze además del clásico pateo, para abrirnos a multitud de lugares y aumentar las posibilidades de encontrar una actividad profesional a nuestro gusto.
Esta guía por tanto, es una herramienta para que cualquier compañero/a residente en la Comunidad autónoma de Madrid pueda conocer los recursos existentes para buscar empleo. Seguro que no estarán todos los recursos existentes pero si hay multitud de recursos que los trabajadores/as en general no conocen. Se ha excluído todo lo relacionado con la iglesia católica y se le han dado más importancia a los recursos públicos. Aun así, para los que quieran o su situación sea tan dramática que necesiten una intervención urgente ya se sabe que se puede recurrir a Cáritas, aunque está no vaya a solucionar nada.
Muy a nuestro pesar tenemos que incluir empresas como las ETT, que aun estando totalmente en contra de las mismas no dejan de ser una realidad a la que los trabajadores/as muchas veces no nos queda otra cosa a la que recurrir. Pero como se demuestra en esta guía es otra opción más, que no la única, y que si se pudiese evitar sería mucho mejor.»
(Aparecido en la Guía de Orientación en la búsqueda de empleo de la Asamblea de parados/as de la F.L. de CNT-AIT de Madrid)
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