Artículo de Asel Luzarraga sobre la Coordinadora Libertaria de Euskal Herriak
Dentro de poco, el 19 de febrero, hará un año desde que sembramos la semilla de algo que muchxs deseábamos pero pocxs esperábamos. Sucedió en Zarautz, en el Gaztetxe Putzuzulo. Algo se intuía en el ambiente, ganas de dar un paso adelante, de unir fuerzas, de conocerse.
Seguramente, cada unx de quienes allí aparecimos hicimos nuestro propio camino previo. Por mi parte, recuerdo las jornadas que, sobre anarquismo y liberación nacional, se organizaron el otoño previo en el Gaztetxe de Gernika. Me sorprendio gratamente la variedad de gente que vino hasta Gernika desde diversos lugares de Euskal Herriak. Especial alegría me produjo la presencia de nuevos compas que hicieron el esfuerzo de unirse a nosotrxs desde Nafarroa. Seguramente, fue la primera ocasión para que algunxs de nosotrxs supieramos unxs de otrxs. Asimismo, recuerdo la charla sobre el mismo tema organizada en Zarautz, en el Gaztetxe Putzuzulo, por la CNT local, al hilo de su centenario, si no me equivoco. Aquella fue la primera ocasión para conocer a esa gente auténtica, en el transcurso de un anochecer vivo y enriquecedor. Por eso, cuando un amigo allí conocido nos difundió la convocatoria para una asamblea de libertarixs de Euskal Herriak, no dude en difundir el llamado y presentarme en ella Acudí con un buen amigo de Busturialdea y aunque ignorábamos qué saldría de allí, llevábamos una sensación especial, una especie de emoción. Creo, sin embargo, que lo que vivimos aquel día superó nuestras más optimistas expectativas. Al menos las mías.
Aquel 19 de febrero de 2011 comenzó a nacer lo que pronto sería (Euskal Herrietako Koordinakunde Libertarioa o Euskal HerrietaKo Libertarioak). Fue una larga asamblea, sobre la mesa se pusieron múltiples ideas, preocupaciones, dudas y esperanzas. Sobre el suelo, habría que decir, ya que departimos formando algo así como un gran círculo en el espacio principal del Gaztetxe, sentadxs unxs, de pie otrxs. La mayoría nos resultábamos desconocidxs, pero también encontré rostros conocidos, algunos recientemente, algún otro de tiempo atrás pero que por nada esperaba encontrar allí. La asamblea logró romper las habituales fronteras administrativas estatales, por suerte. De norte a sur, apareció gente de la casi todas las zonas de Euskal Herriak. También gente de otros lugares que viven en Euskal Herriak. Así, la primera tarea era tener noticias mutuas, comenzar a construir los primeros puentes de confianza. No teníamos claro el objetivo de juntarnos, seguramente cada cual tenía sus esperanzas, opiniones, prejuicios, miedos, intenciones? De cualquier modo, de aquella primera reunión salieron esbozos de algunas intenciones comunes: había ganas de conocerse, de compartir lo que cada cual hacía, de unificar, coordinar o, al menos, tener mutuo conocimiento de las iniciativas que se veían dispersas, de dar un lugar digno en Euskal Herriak a las ideas libertarias, de tener una mayor presencia en la sociedad? De allí salió una convocatoria para una próxima asamblea. No era poco. Lo iniciado era algo intangible, borroso, pero no escaseaba el deseo de seguir adelante, comenzar a andar un camino juntxs. Ése era nuestro patrimonio más preciado.
Como he dicho, pronto pasará el primer año desde que hiciéramos aquella primera asamblea. No son pocos los pasos dados, para bien y para mal. En este tiempo hemos tenido ocasión de apretar nuestros lazos, fortalecer nuestra confianza, trabajar nuestra amistad. La intención nunca ha sido que nadie renuncia a nada de lo que hace, sino dar mayor difusión a lo que cada cual realiza y, en aquello que sea posible, unificar fuerzas e impulsar iniciativas conjuntas. Recuerdo bien la I. acampada y jornadas libertarias de Euskal Herriak que en un principió parecían utópicas, en la recta final del verano, entre Otxandio y Olaeta. Para mí fue especialmente emocionante, durante las labores para preparar los terrenos en los que se realizó la acampada, trabajar entre anarquistas y en euskera. Hermoso ver allí a diario, durante los cuatro días que duraron las jornadas, más de cien personas en torno a un interesante programa. También se manifestaron algunas de nuestras debilidades, pero visto con qué rapidez y con qué escasos recursos preparamos todo aquello, todo un éxito. Recuerdo la campaña por la abstención activa, la mani que hicimos en Bilbo como colofón? Recuerdo también las dificultades que nos han aparecido en el camino, las iniciativas que avanzan lentas, las ideas en las que hemos andado ni pa?alante ni pa?trás? Nuestra debilidad principal: la tendencia a delegar las tareas en otrxs, las dificultades para asumir responsabilidades en la organización. No es extraño. Estábamos dispersxs y dar a esa dispersión cierta unidad no es un paseo que se recorra en un día. Ahí está, entre nuestras vergüenzas, el fallido intento para coordinar y visibilizar la solidaridad con los 3 en Niza, por ejemplo.
Pero los fallos tienen un lado positivo: la oportunidad de corregir y mejorar. Bien sabemos que no todxs lxs libertarixs que hay en Euskal Herriak han participado de este intento. Eso debiera ser también motivo de alegría, puesto que existen ahí afuera aún muchas individualidades y colectivos, trabajando, cada cual desde su lógica y en pos de sus intereses, y eso es en sí mismo un potencial, de cara al futuro.
El año transcurrido también nos ha mostrado la actualidad de las ideas libertarias. Al margen de las comprensibles desconfianzas que ha hecho y aún hace surgir, es innegable que el movimiento 15-M debe mucho a las vías y prácticas libertarias. Ha sido un laboratorio en tiempo real, en gran medida, con sus claros y sus oscuros. En EHKL también hemos tenido espacio para él en nuestras reflexiones y debates, y algunxs de nosotrxs hemos tomado parte en él. Cada vez son más numerosos en todo el mundo los grupos humanos en conflicto con el sistema, y en ellos no faltan activistas y pensadorxs anarquistas. menudo, y quizá es el modo más prudente, sin mostrarse demasiado, sin consignas o símbolos identificables, pueblo entre el pueblo. En Euskal Herriak el sentimiento de estar viviendo momentos históricos está también muy extendido, igual que el deseo de cambiar el sistema. En tales procesos, las posibilidades son tantas como los riesgos, y lxs libertarixs debemos trabajar para que no terminen siendo simples cambios de la mano que sujeta las cadenas. Nos corresponde denunciar al mismo nivel el Estado y el capitalismo, ya que, como bien sabemos, habrá quienes situarán el origen de todos los males en el segundo, mientras representan en el primero la tabla de salvación. Euskal Herriak necesitan proyecto(s) sin Estado, propuesta(s) para tejer la red de nuestros pueblos desde la base, sin intermediarixs, para poner la economía y la política en manos del pueblo, para dejar el delegacionismo y retornar a la responsabilidad. Por suerte, tampoco faltan éstos, sin duda, uno de los más interesantes, la iniciativa Auzolan. Tendremos que acertar a participar en ellos con inteligencia. Este año tenemos mucho que decir frente a la lectura que algunxs quieren dar a la conquista del reino de Nafarroa. Es ilusionante el trabajo que en Iparralde están haciendo sobre el posible Estado vasco. Es ilusionante la importancia que toda EHKL ha dado a la organización de iniciativas sobre el tema.
Después de hacer lo más difícil, tomar la decisión de coordinarnos, no faltan los retos. Las agresiones del Estado y del capital se endurecen día a día. Tal vez la revolución no sea, como algunxs reivindican, una fiesta de fuego, pero debemos poner también a la lucha una dosis de entusiasmo. Más que una posible victoria, debe darnos aliento la conciencia de estar luchando por un mundo justo y libre. Tendremos que reflexionar para darnos cuenta de lo que hemos hecho durante este año, más aún para pensar las vías para enfrentar los retos que en adelante se nos presentan. También tendremos que acertar en la forma de llegar a lxs libertarixs que aún no se han acercado, reconociendo toda la prioridad que las iniciativas locales tienen, haciendo llegar, quizá, la importancia y belleza de tejer una red con todas ellas. También tenemos qué celebrar. ¡Celebrémoslo como merece, para juntar fuerzas en el camino hacia adelante horiek denak saretzearen garrantzia eta edertasuna helaraziz, agian. Zer ospatu era badaukagu. Ospa dezagun merezi duen moduan, aurrera jarraitzeko indarrak biltzeko!
Extraido del blog «Gorribeltzean» de Asel Luzarraga gorribeltzean.wordpress.com