El sindicato anarcosindicalista se adhiere a la huelga del metal en Araba convocada por UGT, CCOO, LAB, ESK y USO mañana viernes 21 de Junio.
Por
este motivo hacemos un llamamiento a todas y todos los trabajadores
del metal de Álava para secundar la huelga del viernes y participar
en las movilizaciones unitarias convocadas, en defensa de los
convenios sectoriales y de empresa. La manifestación partirá a las
12 de la mañana desde la Plaza Bilbao. A las 19:00 de la tarde se
realizará una concentración frente a la sede del SEA (Plaza de
Correos). Estas movilizaciones se realizarán bajo el lema “Sektore
eta enpresetako gure hitzarmenean defentsan-En defensa de nuestros
convenios sectoriales y de empresa”.
Horas anuales y salario
Las pérdidas con la caida del convenio del Metal en Álava afectan principalmente a las horas anuales que ya dejarían de ser 1735 y podrían llegar a 1823 y al salario. El Convenio colectivo del Metal de Álava determina la estructura del salario (Art.14) y regula en las tablas salariales el salario base, los pluses de antigüedad, nocturnidad, actividad, trabajos tóxicos, peligrosos y penosos, dietas y distancia, además de las pagas extras.
El Estatuto de los trabajadores en el (Art 26) solo establece que el salario se compone de salario base y complementos fijados en función de circunstancias personales del trabajador, trabajo realizado y también se pactará el carácter consolidable de los mismos. (El Art.32) establece dos pagas extraordinarias pero no su cuantía.
El SEA (Empresarios Alaveses) ante la convocatoria de la huelga, ha enviado una circular urgente a las empresas del sector con la intención de desactivarla, arrogándo un talante negociador que no se corresponde con la realidad ya que su única propuesta es prorrogar el actual convenio aplicando la reforma laboral (ultraactividad de 15 meses, sólo tres más, arbitraje obligatorio, pérdida del carácter de mínimos para todas las empresas) además de aunmentar aún más la flexibilidad y congelar los salarios desde 2010 hasta 2015. Esto muestra su nerviosismo ante la respuesta favorable que está consiguiendo la huelga en las empresas.