Tras la reforma laboral y el fin de la ultraactividad de los convenios el pasado 7 de julio de 2013, entre ellos el convenio del metal de Álava, las condiciones laborales pactadas estaban en el aire.
Los tribunales en primera instancia, confirmaron en febrero que mientras no hubiera un nuevo acuerdo, se mantenían los salarios y las condiciones generales, pero la patronal alavesa ha recurrido la sentencia, por lo tanto quedamos a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, ratifique la sentencia favorable.
Los tribunales no van a solucionar el problema de la negociación colectiva, que sigue paralizada. Tampoco la aplicación de convenios estatales totalmente alejados de la realidad de este ámbito.
Ante esta situación seguimos apostando por la negociación en la empresa o centro de trabajo como solución a esta incetidumbre en las condiciones laborales, para ello es necesario la organización en el centro de trabajo. Es hora de luchar.