A las nueve de la mañana ha fallecido el veterano compañero Félix Padín.
Hace tiempo que su edad presagiaba que le quedaba poco, pero él se empecinaba en demostrarnos lo contrario. No hacía falta preguntar a los compañeros mirandeses qué tal estaba Félix porque a Félix se le podía ver y hablar con él directamente en la mayor parte de las actividades que desarrollaba la CNT. Y no solo en Miranda.
Félix Padín Gallo tenía 98 años. Había nacido en Bilbao el 9 de julio de 1916. Miembro de una familia numerosa y pobre, pasó hambre. Con apenas doce años tuvo que trabajar en una tienda de ultramarinos y con quince en la construcción, su definitiva profesión.
A los catorce años militaba en la CNT (donde ya estaban sindicados varios de sus hermanos) y poco después en las Juventudes Libertarias. Formó un grupo de acción con Porfirio Ruiz, Alberto Lucarini y Severiano Montes. Grupo muy activo en lo cultural, propaganda, huelgas, sabotajes y hasta aprovisionamiento de armas y dinamita (que se emplearon en julio de 1936).
Fue vocal en el Sindicato de la Construcción, encargado de la prensa en las JJLL, y en 1935 uno de los responsables de la propaganda en el Comité Regional de la CNT.
Detenido en octubre de 1934. Iniciada la sublevación fascista, luchó en los batallones Isaac Puente y Durruti (sargento y teniente), hasta su detención en junio de 1937.
Pasó seis años en cárceles (Arrigorriaga, Galdácano y Vitoria), campo de concentración de Miranda y batallones disciplinarios ubicados en Guadalajara, Elizondo y Peñaranda de Bracamonte. Detenido en mayo de 1947 con motivo de la famosa huelga en Bilbao.
Trasladado más tarde a Miranda (1954) en busca de trabajo, se asentó en la ciudad ferroviaria y muerto Franco reactivó su militancia. Convertido en el alma de la CNT local fue asiduo de manifestaciones y reuniones anarquistas y confederales: delegado en el Congreso de Granada (1995), y en el de Córdoba (2010); y observador en el Congreso de Bilbao (1990); participó en las Conferencias Nacionales de 1993 y 2000; delegado de la Regional Norte al Pleno Nacional de Regionales de 1993 en Barcelona, y presente también en el CAM barcelonés (1992).
En los últimos años su testimonio apareció en diferentes documentales como Rejas de la memoria (2004) de Manuel Palacios, y Desafectos (2007) de Edurne Beaumont y Fernando Mendiola.
Pundonoroso e inaccesible al desaliento, convertido en una leyenda viva, camino del siglo, no dejó nunca de denunciar los crímenes cometidos por el franquismo. Siempre dispuesto a dejar su testimonio para que nadie olvidara esa criminal historia. Y así lo hizo incluso unas fechas antes de morir, declarando en un juzgado y alzando su voz ante los medios de comunicación.
Mañana día 8 de octubre le daremos el último homenaje. Será alrededor de las 12:00 horas en el Tanatorio de Miranda. Después será incinerado.
¡¡Que el fuego te sea leve, compañero!!