MURIÓ ISABEL ESCUDERO. ¡VIVA LA POETA REBELDE Y LIBERTARIA!

Uno de sus alfileres dice:   

      «Morirse,
      por mor
       de  irse»,  

e Isabelita se fue. Se fue con su nombre; con su bondadosa persona y con su personaje; con su graciosa figura, su hermosa melena en flor, su dulce y franca risa… con todo lo que era suyo y resultó ser nada. Se nos fue  deprisa, muy deprisa, y puede que por ello estemos tristes sin su compañía. Bueno, pero aún podemos disfrutarla, disfrutar de cuanto nos queda y nos deja la siempreniñamujer: Frases ingeniosas que animan discursos añadiendo sonrisas al razonamiento, «buena cara a los malos tiempos de cualquier índole», y sobre todo, su grito rebelde, sutil y sencillo, casi silencioso, resuelto en voz de poeta que viene de abajo recogiendo del pueblo quejas y cantos; palabras corrientes, pensamientos claros, que luego nos cuenta  en canciones y coplas prendidas a la vida con alfileres, para que el aire luego las sople y las lleve. Entonces muchos, que todos no se puede, con tus alfileres, coplas y decires, tal como hace tiempo me pediste, seguiremos disparando al aire, y tal vez pase algo:

“que dios está en todas partes”. Y así, haciendo lo que podemos, y un poquito mas de camino, peleando,

 “ni derechas,
ni izquierdas:
Entre arriba y abajo
está la pelea”,

quizá se “despadre al fin, esa niña tan desmadrada”, y “al interés compuesto de tu y yo, dejen de llamarlo amor”, y “ el obrero deje el tajo, harto de creer que la vida se gana con trabajo”… y así libre ya el pueblo de las  cadenas de los salarios, y sin ser ya mercancía el alma mía, la gente contra el poder puede que consiga que

   “si mañana fuera otro día,
otro gallo cantaría”.

Y entonces, ¡vaya si lo celebramos!: nosotros contigo, tú con nosotros, y cantando el gallo.

Palacios,”buen amigo”

FAL

 


Fallece la escritora Isabel Escudero (Estandarte)

  • Profesora universitaria, codirigió la revista ‘Archipiélago’.

Hoy martes, 7 de marzo de 2017, ha fallecido en Madrid la escritora Isabel Escudero: poeta y ensayista, fue profesora de Ciencias de la Educación tanto en la Universidad Complutense de Madrid como en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, en la que ocupó plaza de titular. Fue codirectora —casi desde su fundación— de la prestigiosa revista de pensamiento Archipiélago.

 Nacida en Quintana de la Serena (Badajoz) en 1944, Isabel Escudero se trasladó a Madrid para cursar estudios universitarios. Pese a su generosa actividad docente, Escudero reconoció siempre que su vocación principal era la de la poesía, a la que dedicó años no solo de escritura, sino de investigación y de recitación. Declamaba los textos propios y ajenos con una personalidad especial, y le interesaba especialmente dignificar y revalorizar la lírica popular. En este sentido, resulta muy interesante su labor como ensayista, en la que se preocupó por el cine —al respecto publicó Digo yo. Ensayos y cavilaciones (1997)—, la comunicación y el lenguaje, la escritura de las mujeres o la tradición popular y anónima.

 Isabel Escudero debutó tarde en el libro impreso: lo hizo con el poemario Coser y cantar (1984). Sus publicaciones de los años noventa concilian su profesión con su pasión, puesto que prepara dos volúmenes orientados a la enseñanza de la poesía en las escuelas: Razón común = razón poética (1994) y Cántame y cuéntame: cancionero didáctico (1998). Otros de sus libros de creación propia son Cifra y aroma (2002), Fiat umbra (2008), Gorrión, migajas… (2008) o Nunca se sabe (2010). Junto al filósofo y poeta Agustín García Calvo protagonizó numerosos recitales, e impulsó libros dedicados tanto al género del verso como a la política.

 Desde Estandarte queremos recordar a Isabel Escudero con algunas de sus «coplas libertarias»:

Alfileres

La fe, prendida
con alfileres,
pa’ que cuando sople el aire,
se me la lleve.

¿Tú crees que esto es la paz?
Esto es la guerra, disimulá

Que te fueras bueno está
pero qué hago ahora
con tu ropita planchá

¿Si Dios puede tanto
le gustará
que no me someta
a su voluntad?

La culpa de que aún te quiera
la mitad del relojito
y la mitad de la cadena

Al amor, niña,
no le pongas dueño
ponle cascabelitos de sueño
no le pongas campanas
de sacramento

Para querernos de verdad
nos faltó un poquito
de casualidad

que mi amor es infinito
pero le falta
un poquito

Cuanto te digo «te quiero»,
lo que te quiero decir
es que aún me lo creo.

Morir por las ideas
eso le pasa a cualquiera.

Amores de hombres y de mujeres
prendidos con alfileres.

ESTANDARTE