En 1937, el Gobierno de la República ordenó destruir todas las instalaciones de Altos Hornos de Vizcaya para evitar que cayeran en manos del ejército de Franco.
El batallón Malatesta de la CNT, después de volar los depósitos de armas de la margen derecha y todos los puentes sobre la ría, se dirigió con explosivos a la empresa para cumplir la orden.
El PNV se adelantó y mandó al batallón Gordexola a defender a tiros los Altos Hornos, con el argumento de que cumplir la orden de la República perjudicaría la recuperación de la economía vasca.
El batallón Malatesta fue rechazado por los gudaris del PNV.
Poco después de caer Bilbao y sus alrededores en manos de los sublevados, Altos Hornos de Vizcaya comenzó a fabricar de manera masiva material de guerra para el ejército de Franco.
Los gudaris del PNV se fueron a Santoña a entregarse a los fascistas italianos, mientras los milicianos de las demás organizaciones siguieron combatiendo allá donde pudieron.
El PNV y la defensa de la economía vasca por encima de las vidas de las personas. Todo un clásico.
Euskal Herria Nachrichten Baskenland
Artículo publicado en BASK-INFO