Extraído del Pandora nº 128.
El Covid-19 se ha apoderado de todas las calles del mundo, en cada rincón tenemos a un policía o a un militar. Mientras la “ciudadanía” sigue con sus batucadas, esta vez, con motivo del confinamiento con ollas, ya no sabe ni por que sale a la ventana. Cuando termine este confinamiento y vengan las repercusiones económicas y sociales, todas esas personas estarán en primera linea, mochila llena de papel higiénico y mascarilla quirúrgica…
¿Pero que ha pasado? ¿Por que estamos así? Resulta que en un sitio remoto de la gran potencia de China, aparece un virus con forma de corona, si de corona, una vez mas la corona nos toca los ovarios.
Aquí empiezan las conspiranoias que si EEUU que si los extraterrestres, que si mi cuñado… Pero mientras tanto China dice a todo el mundo como tiene que hacer las cosas, saca toda su herramienta fascista y queda como dios.
Pero volvamos a lo anterior, a una escala estatal, por ejemplo. Resulta que estos gerifaltes que dicen ser de izquierdas y que nos gobiernan, abrazan a la patronal sin mantener el metro de distancia. Los sindicatos mayoritarios que asfaltan su ansiada jubilación los arropan cada noche mientras barren las migajas de su ultima cena y mientras tanto la clase trabajadora, los de siempre, los nadie paga los platos rotos.
Pero, hay un sindicato que deja claro a toda esa gentuza que cada día son mas fuertes, una organización anarcosindicalista, que poco a poco en los anaqueles guarda distintas guías de formación y que espera ansiadamente la praxis final … ¿Continuara?
Oier
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