Extraído del Pandora nº 128.
“Humo de bengala en un glaciar advirtiendo del peligro, cuando consigamos reaccionar tan solo habrá cenizas, nos habremos extinguido…”
Así cantan los asturianos Dasakato. Quizás la tierra nos manda su último aviso. Esta vez no atacó solo en el tercer mundo, lanzó su golpe, certero y expansivo, al hígado de ese boxeador herido y orgulloso que es el mundo desarrollado. Contra las cuerdas, el capitalismo se empeña en embestir hacia delante, desesperado lanza una furiosa mano de neoliberalismo, otra autoritaria, una derecha final que pretende salvarlo de nuevo, para borrar la certeza de que por mucho que se escude en el avance tecnológico y el mercado, estamos sometidos como animales que somos a las leyes de la naturaleza; y en esa furia de golpes desmedidos es cuando descuida su guardia y es derribado por el golpe certero de la realidad, el planeta no entiende de crecimiento, se acabó su tiempo. Los viejos sistemas colgarán los guantes o nos arrastrarán a la lona con ellos.
El maldito virus también parece tener vocación poética como los asturianos. Último aviso, esta vez os perdono y apenas dañaré a la joven generación que heredará el desastre, quizás la próxima vez no quedéis ni uno.
Chocaremos con el glaciar, pero por el bien de esa generación, dejemos de acelerar.
Lope
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