- “La patronal está aprovechando la pandemia para quitar trabajadores y sacar más rendimiento de su inversión”, advierte Carlos Alcolea, delegado sindical de la CNT en la fábrica zaragozana de Alumalsa.
“La patronal está aprovechando la pandemia para quitar trabajadores y sacar más rendimiento de su inversión”, advierte Carlos Alcolea, delegado sindical de la CNT en la fábrica zaragozana de Alumalsa, dedicada a la fundición de aluminio por gravedad. Los trabajadores, todos en ERTE, han vuelto a recorrer las calles de la capital aragonesa para reclamar que se paralice el ERE que planea sobre casi la mitad de la plantilla (230 trabajadores).
La plantilla se encuentra en ERTE hasta el 31 de octubre y, de momento, salen y entran en función de la carga de trabajo (una semana sí, una semana no, por ejemplo). Se da la casualidad, denuncia este sindicato, que para esta semana de movilizaciones la dirección de Alumalsa ha sacado del ERTE al 90% de la plantilla. Aún así, muchos trabajadores se han manifestado hoy y el pasado lunes por el centro de Zaragoza solicitando que no haya despidos.
En 2019 y principios de 2020 ya fueron despedidos todos los eventuales: alrededor de 200. El delegado sindical de la CNT considera que la multinacional canadiense Linamar, que compró la fábrica hace tres años, planea deslocalizarla. “Eso explicaría la ausencia de nuevos proyectos”, asegura, y sin carga de trabajo más allá de 2023, el ERE sería viable.
“Los proyectos deben entrar con una antelación mínima de 18 meses y desde que Linamar compró Alumansa no entran nuevos pedidos. ¿Para qué comprarla si no metes nuevos proyectos? Creo que es una forma de deslocalizar la producción”, insiste sobre el futuro de esta fábrica en la que actualmente trabajan 560 personas.
Sobre el ERE propuesto por la dirección de la empresa, que afecta sobre todo a los operarios, no tanto al personal administrativo, Alcolea indica en que la empresa podría alargar el ERTE para que las 230 familias no se vayan al paro y sigan amparadas por las medidas del escudo social del Gobierno, mientras la dirección busca nuevos proyectos para más allá de 2023 y ceja en la posible intención de deslocalización.
Gessamí Forner
Publicado en El Salto