Continuamos con este octubre libertario, y para ello os ofrecemos un encuentro abierto con sindicalistas anónimos que nos contarán qué estrategias usan en su día a día en entornos laborales. A menudo conocemos la teoría y los marcos legislativos que regulan la actividad laboral, y, sin embargo, nos enfrentamos impotentes y desarmados a situaciones injustas e incluso alegales con pocos recursos. No siempre las instituciones ideadas para la denuncia son ni la única ni la mejor solución. Anuncian con bombo y platillo reformas y reformas que apenas alcanzan a distraer la atención pública con escasos beneficios para la clase trabajadora; si bien, enturbian sin cesar la comprensión de unas condiciones de trabajo ambiguas y entorpecen la lectura crítica de contratos de trabajo ilegibles e inhumanos, aproximándolos a la esclavitud encubierta y aplaudida por diferentes ministerios. Hay demasiada comparsa haciendo ruido mientras la clase obrera se deja la piel para alimentar monstruos bélicos y la insaciable gula de la patronal y de los grupos financieros.
Iker, Juan, Cristina, Miguel, Luis, Lurdes, Néstor, Kris, Koldo, Blanca, Gorka, Luisma, Maricarmen, Vicente, Asier, Clemen, Txusa y muchos más son sindicalistas anónimos con estrategias clave -de probada eficacia- de combate directo contra la explotación laboral.
Proceden de sectores varios: metal, sanidad, comercio, enseñanza, hostelería, transportes, limpieza, espectáculos, telefonía, logística, etc. pero sufren condiciones adversas y dañinas similares, restricciones inhumanas, recortes salariales y alienación perenne. Sus voces nos alumbran para transitar por este laberinto en el que protocolos varios coartan capacidades personales; se impiden sistemáticamente el diálogo y la negociación; y, cercenan toda posibilidad de acción directa y toda solidaridad. En un escenario laboral en que apenas acertamos a averiguar quién es el jefe; quién financia los medios de producción; a quién va destinada nuestra producción; y, quién planifica, idea y engrasa la máquina devoradora de brazos y de vidas es importante que la clase obrera hable y que la clase obrera se escuche, a sí misma, y fuera de los centros de trabajo.
Del mismo modo que la cirugía es el fracaso de la medicina, tal y como dicen galenos y galenas, los juzgados burgueses son el fracaso de la negociación y de la lucha diaria. Y es que antes de acudir a una justicia que solo satisface al poder y alimenta la tiranía insaciable, nuestras reivindicaciones si alzamos nuestras voces desde la emancipación y desde el derrocamiento de privilegios serán escuchadas y contribuirán al bien común, no solo laboral sino por extensión, también social.
Habiendo constatado que la solidaridad, el apoyo mutuo y la acción directa son las mejores herramientas para combatir la injusticia frente a la patronal y a la explotación, abrimos este espacio para escucharnos y escucharte; para aprender y poner en marcha un movimiento obrero anarquista que compagine, incansable e incombustible, teoría y acción cada día y cada hora. Se esfuerzan por liquidar espacios de debate y de encuentro: ya todos y todas conocemos esos horarios flexibles que impiden el diálogo entre compañeros y compañeras de trabajo; esos vestuarios exiguos; esos accesos al centro de trabajo al estilo carcelario y siempre vigilados; y, ese repliegue del activismo falto de compromiso real a los espacios virtuales, que se alimenta del cansancio, del hastío, y de la falta de esperanza. En CNT apostamos por el encuentro de carne y hueso; por el debate comprometido y coherente; y, por pensar codo con codo mundos mejores cuya consecución solo de nosotros y nosotras depende.
Te esperamos en el número 65 de la calle Correría el viernes 18 de octubre a las 19.30 horas.
Esta actividad forma parte de un programa más extenso cuyo detalle encontrarás a continuación:
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