
Acude a la manifestación: Jueves, Primero de Mayo, a las 12:30 en el Palacio de Congresos Europa

En este Primero de Mayo queremos recorrer las calles que hemos adoquinado sufriendo datos inaceptables de siniestralidad laboral; las calles que limpiamos cuando quienes gobiernan duermen o se divierten plácidamente; las calles cuya vida alimentamos con nuestras nefastas condiciones de trabajo y nuestros salarios de miseria. Esas calles son nuestras porque solo con nuestro trabajo perviven y nos las roban a golpe de cámaras de vigilancia y discutibles medidas de seguridad confeccionadas a la medida de unos pocos; de horarios imposibles de trabajo sin transportes colectivos adecuados; y, de condiciones laborales inhumanas con que soportamos sus guerras internacionales y sus guerritas patrioteras locales.
En este Primero de Mayo queremos llenar esas calles –que son nuestras– con la rabia que nos producen las tasas de desempleo estructural con que se llenan bolsillos y bolsones los gestores de ayuditas que no son sino migajas; los gestores de formaciones obsoletas en el paraíso de la decadencia generalizada de la educación universal; los gestores de empresas intermediarias de contratación que actúan en connivencia con instituciones públicas para explotarnos más y más; y, las falsas promesas de reformas que agravan más si cabe nuestras condiciones.
En este Primero de Mayo llevaremos nuestras pancartas por esas calles -que nos pertenecen aunque nos las usurpen- y lo haremos contra el viento y la marea que levantan instituciones sanitarias públicas deterioradas al gusto de mutuas y demás entidades lucrativas que pretenden deteriorar nuestra salud, que esquilman nuestros derechos más básicos y que buscan neutralizarnos a golpe de fármaco inútil –salvo para algunos bolsillos y para algunas cuentas bancarias– y de lista de espera o atención telefónica desquiciante –que es desatención y maltrato–.
Sin nuestra fuerza de trabajo no sois nada: contra las diferencias sustanciales entre empleo público y empleo privado.
Sin nuestra fuerza de trabajo no sois nada: contra las condiciones insalubres de trabajo y la precariedad sanitaria.
Sin nuestra fuerza de trabajo no sois nada: redistribución equitativa de los beneficios empresariales ya.
Sin nuestra fuerza de trabajo no sois nada: reducción de la jornada laboral hasta liquidar tasas de desempleo.
Nos sobran todos los coches oficiales si no tenemos medios para llegar al trabajo; nos sobran todos los festivales patrioteros si no nos reconocen las enfermedades profesionales; nos sobran todos los calendarios religiosos si no tenemos techo asequible; nos sobran todas las reformas –laborales, fiscales y tributarias– si no llegamos a fin de mes. Sin nuestra fuerza de trabajo no sois nada.
