26 abril, 2024

LA CNT EN ÁLAVA SE MUEVE

Del conflicto de las tahonas a la dictadura de Primo.

Es de justicia dedicar unas líneas al conflicto de las tahonas de 18 de junio de 1915. Alcanzó relieve nacional, tanto que el ministro de Gobernación Sánchez Guerra tuvo que ocuparse de él1. Expuso que se habían desarrollado pequeños tumultos en Vitoria, que creía que los corresponsales habían exagerado lo ocurrido, que los hechos se limitaron a pequeñas manifestaciones, pidiendo que se restablecieran los precios normales del pan, que bastó la intervención de la policía para que sin resistencia fueran disueltos los grupos, sin apelar a ningún procedimiento de energía y que la población presentaba su normal aspecto y todo hacía esperar que no se reprodujeran los desórdenes. Salió al paso, terció, redujo su impacto…y nombró nuevo gobernador civil.

Recorte Heraldo Alavés 19-6-1915
Conflicto de las tahonas.
Recorte de Heraldo Alavés, 19 de junio de 1915

El diario vitoriano Heraldo Alavés2, informó por extenso bajo el título «Los sucesos de anoche». Mostraba su sorpresa ante los mismos (no tenían conocimiento de que se preparasen manifestaciones ante la subida del pan, ni casi de que había subido el precio de tan básico alimento). Escribía «Hay que reconocer que la manifestación de ayer fue expontánea (sic), siquiera se entremezclasen entre los manifestantes algunos elementos extraños», los manifestantes dieron muestra de sensatez y cordura y se disolvieron ante la presencia de la benemérita. Y relataba los sucesos en los términos que siguen. Organizada por diversos elementos de clase obrera se celebró una manifestación contra la subida del pan. A eso de las nueve de la noche un sujeto pasó por los Arcos con un rótulo que rezaba «abajo el pan» y se le unieron unos chiquillos con los que recorrió la Plaza Nueva. Se aglomeró gente y se perturbó el paseo, intervinieron los municipales, que fueron silbados, aumentó la aglomeración y comenzaron las violencias. Tampoco la policía gubernativa logró controlar la situación y creció el número de manifestantes al unirse muchos de la clase obrera. Poco después «uno de los directores del movimiento afiliado al partido sindicalista» arengó al público desde el templete y, bajado del mismo, encabezó la manifestación que arrancó al grito de «que baje el pan». La manifestación recorrió las calles Cuchillería, Postas, Estación, Florida y Portal de Aldave deteniéndose ante las panificadoras, profiriendo gritos, lanzando piedras contra los cristales, llegando a rasgar sacos de harina, a esparcir su contenido por el suelo y a estropear algunas máquinas hasta que la guardia civil dispersó a los alborotadores. Se practicaron seis detenciones. Fijaba los daños en unas mil pesetas. El mismo vocero el día 23 informaba de la liberación de los detenidos por decisión del juez, de que dos de los detenidos continuaban en la cárcel y de que se había nombrado nuevo gobernador civil.

Obviamente también se ocupó del asunto el otro diario local, La Libertad3, en un tono más crítico (entendía que lo que no pasaba de una protesta de treinta o cuarenta persona, pasó a mayores por la tardía intervención de las autoridades), y más preciso (nombres de las panaderías, explicaciones de las mismas para que el público tuviera conocimiento de que «en el elevado precio que hoy se paga el pan, no tienen la menor culpa las panaderías», aumento del precio «cinco céntimos en la otana y de dos céntimos y medio en la media otana, cosa que ignorábamos hasta anoche», daños concretos). Daba más importancia a la reunión del día 22 en el gobierno civil (“La cuestión del pan”), tanto que insertaba el acta de la misma, con presencia del gobernador, alcalde, presidentes de las comisiones de arbitrios y subsistencias, y representantes de las panificadoras, que acordó, entre otras medidas, mantener el precio del pan. También señalaba que representantes de sociedades obreras habían acudido al Gobierno civil a manifestar que «no intervinieron para nada en los sucesos registrados la noche del viernes» y que habían sido puestos en libertad provisional todos los detenidos, a excepción de uno.

Recorte Tierra y Libertad 14-7-1915
Suscripción para los detenidos en el conflicto de las tahonas.
Recorte de Tierra y Libertad, 14 de julio de 1915

También la prensa anarquista4 se hizo eco, con otra perspectiva y destacando aspectos olvidados. Tierra y Libertad señaló que habían sido detenidos varios miembros del grupo Los Conscientes y encarcelados Primitivo Vargas y Galo Díez. Escribía que, según la prensa local, la Federación de Sociedades Obreras había negado su participación en «los tumultos del viernes», y dejado en la estacada a los presos, en actitud cobarde, reeditando el «viva las caenas». Abrió una suscripción económica en apoyo de los encarcelados que contó con la solidaridad de muchos que no dudaron en estampar su nombre y apellidos (no todo era cobardía):

Andrés Álava, David Alday, Félix Alegría, Cecilio Belacortu, Santos Blanco, Jesús Campos, Félix Corral, Roque Díez, Juan Cruz, Julio Echaguibel, Pedro Eguinoa, Juan Erice, Antonio Fernández, Nicanora Fernández, Víctor Fernández, Simón Foronda, José Fucher, José Galarza, Francisco Galdos, Pablo Gamarra, Prudencio Gamarra, Guillermo Garayo, Ángel González, Julián González, Juan González, Luciano González, Ramón Gordoa, Vicente Goya, Melquiades Guridi, Casimiro Hermosa, Doroteo Hoyuelos, Matías Ibáñez, Benito Lami, Ricardo Logerte, Evaristo López, Policarpo Losa, Martín Luis, Santiago Luna, Avelino Martínez, Liborio Martínez, S. Medinaveitia, Benito Moral, Liborio Moreno, Rosario Nájera, Teodoro Olasolo, Salvador Orocena, Bernabé Ortega, Francisco Ortiz, Modesto Ortiz, Basilio Pérez, Luis Portilla, Remigio Prado, Leonardo Regado, José Roa, Blas Ruizaga, Vicente Ruiz, Abundio Sánchez, Juan Sierra, Mariano Urrutia, al lado de otros de identidad menos precisa5. Evidentemente las ideas del sindicalismo revolucionario tenían no pocos seguidores.

Días después Heraldo Alavés6, escribía que «En el Gobierno civil se ha celebrado una reunión, á la que han concurrido los directores de las fábricas panificadoras para tratar del problema del pan. No se han tomado acuerdos definitivos. Se han cambiado impresiones sobre la conveniencia de que las fábricas fijen un precio para el pan. Se trata de crear un despacho regulador por cuenta del Ayuntamiento». Mientras, el juzgado de instrucción practicaba diligencias con motivo de los sucesos ocurridos y continuaban a su disposición los detenidos por la policía gubernativa. Inicialmente hubo seis detenidos reducidos al poco a dos, pero lo cierto es que finalmente fueron once los enjuiciados7. En los meses siguientes en el Centro Obrero8 se celebraron representaciones teatrales a beneficio de los encarcelados. Una de las obras escenificadas fue El señor Feudal de Dicenta.

Recorte La Libertad 12-7-1915
Representación teatral en el Centro Obrero de Vitoria a beneficio de los encarcelados en el conflicto de las tahonas.
Recorte de La Libertad, 12 de julio de 1915

En octubre de 1916 encontramos otra interesante referencia: la celebración de un mitin en Vitoria9. Se trata de un acto organizado por la Federación de Sociedades Obreras con la colaboración de la «entidad sindicalista», Juventud y Agrupación Socialista, por el abaratamiento de las subsistencias y la crisis de trabajo, que debía ir acompañado de una manifestación (que no permitió el gobernador si no era antes de las once de la mañana). Además se atacó a Romanones y se defendió a los represaliados de Cenicero.

A fines de 1917 (el dos de diciembre) otro acto público en Vitoria10. Anunciado para el domingo dos de diciembre como mitin conjunto de CNT y UGT, con Galo Díez (de Eibar) y el socialista Enrique de Francisco (de Tolosa), y el apoyo de los republicanos al que debía seguir una manifestación, para recabar una amplia amnistía para los presos y el abaratamiento de los alimentos. En Solidaridad Obrera se reseñó por partida doble el acto. Tuvo lugar en el teatro Circo ante más de dos mil personas, con notoria presencia femenina, y los oradores fueron Enrique de Francisco, Teófilo San Juan (profesor de la Normal) y Galo Díez, bajo la presidencia de Juan Murga. Heraldo Alavés11 también dio cumplida cuenta del mismo, en parecidos términos, añadiendo que Murga era presidente de la Asociación de Obreros de la Madera.

Según el Comité Nacional de CNT en septiembre de 1918 había 12 afiliados en Álava, cifra que, de ser cierta, cabe interpretar como el núcleo duro con que se inicia la reconstitución12. Al segundo congreso de la CNT (diciembre de 1919) asisten Vitoria13, representada por Galo Díez, con la aún pobre suma de 50 cotizantes, y Elciego con 25.

Elciego14 va a ser en adelante un núcleo firme. Muy pronto también contó con su primer mártir (en 1936 los iba a acumular): la benemérita, repeliendo una supuesta agresión, el día 26 de agosto de 1920 infirió una grave herida -a resultas de la cual murió al día siguiente en el hospital de Elciego- a Germán Barbadillo, vecino de Cenicero, recio activista de la CNT. Según el Gobierno Civil era de pésimos antecedentes: cazador furtivo, pertenecía al partido sindicalista, alardeaba de valiente y penetraba en los viñedos para apoderarse de racimos de uva. El hecho tiene todas las trazas de aviso para caminantes. Pertenecer al «partido sindicalista» es un «pésimo antecedente» y puede costarte la vida.

Galo Díez Fernández
Galo Díez Fernández, en una fotografía posterior en el tiempo

Pobre cifra hemos afirmado, pero que seguramente no responde a la realidad porque tres meses más tarde tiene lugar en Logroño (15-16 de febrero de 1920) el I Congreso de la Regional Norte de la CNT, y Pedro Peña representó a 500 afiliados de Vitoria y David Lamaza a 50 de Elciego.

Efectivamente la realidad era otra. En mayo y junio de 1918 encontramos en Solidaridad Obrera de Barcelona noticias que hacen pensar que al menos potencialmente en el ramo de la madera se estaba abriendo brecha. Desde Vitoria se informa de una reunión (escribe Juan Aranguren) el día 5 de mayo de los obreros de la madera que acordaron pedir a la patronal un aumento de jornales del 30%, del 50 en las horas extras y del 15 en los destajos. La petición cumplimentada el día seis no encontró eco en la patronal y el día diez se declaró la huelga seguida por unos 1.500 obreros, huelga que se mantenía un mes más tarde15. Si recordamos que a fines de 1917 el presidente de la asociación de carpinteros era Murga, la deducción lógica es que la CNT dirigía el ramo, aunque seguramente no había decidido que había llegado la hora de afiliarse.

La Confederación se extenderá con vigor tras la excursión por el Norte y Aragón, desde diciembre, de Antonio Martínez, Félix Monteagudo, Francisco Miranda, Andrés Miguel, Emilio Mira y Manuel Buenacasa, a los que se unieron aquí Galo Díez y otros. De esta excursión arranca la posterior presencia de Buenacasa y Mira en la prensa anarquista vasca y también la creación próxima de las regionales Norte (1920) y Aragón-Rioja-Navarra (1921). Por tanto hay que matizar la noticia, tópica noticia, de que la CNT de Vitoria se fundó el 1-3-1920, con sede en la calle Zapatería, en reunión a la que asistieron entre otros Juan Aranguren, Alfredo Donnay, Juan Murga, Aparico Lozano, Félix Conde y Daniel Orille.

Alfredo Donnay
Alfredo Donnay Gómez

El mismo Donnay en Solidaridad Obrera16 de Bilbao escribe que la sociedad de ebanistas de Vitoria de UGT se pasa a CNT y la próxima semana (enero 1920) se constituirá el Sindicato Único de Trabajadores. Se trata de la fundación «oficial». Que la CNT vitoriana arranca con reciedumbre, lo confirman tanto el mitin de Seguí de octubre de 1920, como la celebración en nuestra ciudad en noviembre de la Asamblea Regional de la CNT a la que se presentaron 30 sindicatos con 12.582 afiliados. Se convocó a raíz de la polémica firma del pacto CNT-UGT en Madrid, y trató varias cuestiones: el pacto circunstancial, la fusión del proletariado, la enseñanza racionalista. Hubo discrepancias sobre el primer punto -por lo que se llegó a la votación- y unanimidad en el segundo (celebración de un congreso extraordinario al que no podrían asistir delegados liberados). De la lectura de los números 66-68 de Solidaridad Obrera17, de Bilbao, no se extrae información clara ni suficiente de lo acordado respecto al pacto, ya que la dirección del periódico trata de defender la línea del Comité Nacional. La Asamblea tuvo lugar seguramente el 29 de noviembre y el proceso que llevó a ella arranca de un manifiesto, probablemente redactado por Galo Díez, de la agrupación de Tolosa-Eibar publicitado en el mentado periódico18. Dado que el 12 de diciembre se rompe el pacto CNT-UGT, las discrepancias no fueron a más.

En los años que siguen hasta la implantación de la Dictadura de Primo de Rivera (1920-1923), la CNT de Vitoria, dicen, se nutrió de carpinteros, ebanistas y obreros de Ajuria, pero los papeles nos informan de que su variedad era mayor. Sus afiliados, según unos, eran 1.200 en 1922 (ramos de alimentación, metal, madera, construcción, canteros y curtidores), cifra que Buenacasa eleva a 2.000. Como referencias provinciales indiquemos que el sindicato de Elciego en 1920, pide se le envíen todas las publicaciones sindicalistas y anarquistas19 y que en 1923 se funda la CNT en Labastida.

Teatro Circo de Vitoria
Teatro Circo de Vitoria en 1919

Actos notables de ese periodo fueron la conferencia de Buenacasa en Vitoria, marzo de 192020, la controversia de los confederales Peña y Aranguren con los socialistas Gracia y De los Toyos21, las huelgas en Elizagarta (muebles), Victoriano Laza (calzados), Juan Alonso (curtidores)22 y conductores de carros en 192023, Metalúrgica Ajuria (1923), los acuerdos (septiembre de 1920) de boicotear a las empresas López Hnos, Giménez y Cía (hebillas y molduras)24 y Mateo Ozaeta (considerada foco de esquiroles)25, el ya aludido mitin de Salvador Seguí y Andrés Ovejero en octubre de 192026 en el marco del pacto circunstancial de CNT-UGT, acto presidido por Alfredo Donnay, un segundo mitin organizado por el Sindicato Único el 27 de agosto de 1922 en el que en el teatro Circo peroraron Valeriano San Agustín, Galo Díez y Arturo Parera27 y la asistencia a la Conferencia de Zaragoza de 1922 (aunque desconocemos quién la representó)28. Entre los militantes de estos primeros años, a los citados hay que añadir a Fermín Arbulu, Teodoro Brea, Andrés Sanol (presidente en 1923), Venancio Alvarado, Eusebio Sáez, Prudencio Otegui e Isauro Hidalgo.

Reseñemos también un hecho de mucho impacto: la huelga declarada por los 700 obreros de la Azucarera Alavesa en noviembre de 1920 en solidaridad con sus compañeros de Zaragoza29 y que adquirió un tono inesperado. En opinión del corresponsal del diario ABC la derrota tenía exasperados a los sindicalistas que no se recataban en anunciar su venganza y el día 30 de noviembre cuando volvía un grupo de esquiroles fue agredido a tiros (un muerto y un herido), acción atribuida a sindicalistas llegados de Zaragoza30. La prensa local elogió las cualidades del muerto, en subido contraste con lo sucedido meses antes con la muerte de un sindicalista en Elciego. El día 2 de diciembre se dio la huelga por terminada31. No deja de sorprender que el crimen se realizara coincidiendo con la celebración de la Asamblea de Sindicatos del Norte en la ciudad.

Recorte ABC 18-11-1920
Huelga de la Azucarera de Vitoria.
Recorte de ABC, 18 de noviembre de 1920

El gobernador, argumentando que en la sede del SU se venían celebrando reuniones clandestinas (seguramente alusión a la conferencia regional) ordenó su clausura y detuvo al conserje Indalecio Díaz. Típica jugada de cargo político, que veremos repetida en los años treinta. En el ambiente quedó la sensación de que el crimen era cosa de los sindicalistas. Nada se había demostrado, nadie aseguraba nada, pero ya se jugaba con lo subliminal.

En la primavera de 1923 tiene lugar en el teatro Circo de Vitoria, atestado de obreros, un mitin de propaganda sindical y en pro de los presos organizado por la Confederación Regional del Norte en el que peroraron Zabaraín (Regional Norte), Mira y Clará (los dos por el Comité Nacional) bajo la presidencia de Serrat (Sarrate) en el que se denunció el proceso de Altos Hornos y se mostró las ventajas para el obrero de la CNT. Los mismos Mira y Clará subieron al estrado en la misma gira en varias localidades guipuzcoanas y en Maeztu32.

En septiembre de 1923 tiene lugar un choque entre huelguistas y esquiroles de la fábrica de calzados Justo San Miguel (el patrono tomó una escopeta e hirió a varias personas)33.

Miguel Íñiguez y Juan Gómez Perín


1 La Vanguardia, 20-6-1915.

2 Heraldo Alavés, 19-6-1915.

3 La Libertad, 19-6-1915, 22-6-1915, 23-6-1915.

4 Tierra y Libertad, 30-6-1915.

5 Tierra y Libertad, 14-7-1915.

6 Heraldo Alavés, 22-6-1915.
La Libertad, 24-6-1915, informaba de que el día anterior había sido detenido Galo Díez, por la algarada del viernes pasado.

7 Tierra y Libertad en marzo de 1917 informaba de que los días 27-29 de marzo se celebrará juicio en Vitoria contra once compañeros por su participación en el asalto a las panaderías. Recordaba de paso que no once, sino varios miles habían sido los participantes.

8 La Libertad, 12-7-1915, 16-7-1915, 17-7-1915.

9 Solidaridad Obrera, 18-10-1916. Reseña firmada por el grupo Los Conscientes a 15 de octubre. Presidió José Bagaizgoitia y hablaron Exiquio Basterra, Francisco Arcaya, Galo Díez (que defendió a los perseguidos de Cenicero, además de ocuparse de las subsistencias), Zacarías Garay (de Bilbao) y Jorge Fernández. Breve referencia en Heraldo Alavés, 16-10-1916.

10 Anunciado en Solidaridad Obrera, 1-12-1917, se recordaba que en Vitoria teníamos once detenidos, ocho por el fuero de guerra y tres por el civil. Breve reseña del mismo en Solidaridad Obrera de 4-12-1917 y más extensamente en el ejemplar de 7-12-1917. En esta segunda reseña se precisa que el acto lo organizaba la Asociación del Gremio de la Madera con la colaboración de todas las fuerzas progresistas del lugar.
La Libertad, 20-11-1917, señalaba que habían sido invitados Galo Díez y Enrique Francisco. Y en su ejemplar de 1-12-1917 anunciaba el acto para el día siguiente en el teatro Circo, organizado en petición de una amplia amnistía y el abaratamiento de los alimentos. Y lo reseñaba ampliamente en primera página el día 3-12-1917, señalando que el teatro se había llenado, y que a su final se había recogido dinero para los presos.

11 Heraldo Alavés, 3-12-1917.

12 El dato, sin embargo merece un comentario. Aparece en Solidaridad Obrera de 30-9-1918. Se trata de un artículo en el que se comentan los «efectivos» de la CNT, dice que son números aproximados y que faltan por computar muchos afilados, sobre todo de Galicia y Andalucía. En realidad se pretende mostrar que la CNT existe pese a las represiones. Añadamos que en la lista, por ejemplo, no aparecen ni Vizcaya ni Guipúzcoa. Desde luego la burocracia, el aparato orgánico ni era, ni lo será, el punto fuerte de la CNT.

13 En La Libertad, 22-12-1919, se comunica que hoy Galo Díez y Juan Ortega, delegados por dos sociedades al Congreso de 1919 darán cuenta de su labor en el mismo en reunión que se celebrará en el Centro Republicano.

14 La noticia del crimen, mediatizada por las autoridades, en La Vanguardia de 29-8-1920, ABC, 29-8-1920 y La Libertad, 28-8-1920.

15 Solidaridad Obrera, 8-5-1918, 14-5-1918, 23-5-1918, 28-5-1918 y 8-6-1918. El texto del día 8 va firmado por Juan Aranguren y además de incluir las reivindicaciones, alude a la «ciudad levítica» dominada por Torquemada, a que nunca se han organizado estos obreros y que si alguna vez parecieron hacerlo fue una ficción «a pesar de llamarse socialistas media docena de individuos», y que ahora por fin se ha logrado constituir el gremio de la madera autónomo con la casi totalidad de los obreros, y que ahora están preparados para ir a la huelga. En Solidaridad Obrera, 14-5-1918, escribe el mismo Aranguren que el día seis se presentaron las peticiones a los patronos dándoles tres días de plazo sin que se dieran por enterados por lo que reunidos los trabajadores en el frontón Beti-Jai el día 9 acordaron declararse en huelga que efectivamente se inició al día siguiente para sorpresa de la patronal alcanzando a unos 1.500 obreros «dispuestos a triunfar aunque para ello hayan de marchar de la ciudad por lo que irán a cobrar los jornales devengados y retirar las herramientas de su propiedad». Señala que los patronos de Vitoria son especialmente competitivos porque los sueldos son inferiores a otras localidades y se trabajan más horas. Añade que si se triunfa se abolirá el destajo.
En Solidaridad Obrera de 23-5-1918 una breve nota nos informa de que la Madera de Vitoria sigue en huelga, de que se están quemando sus últimos cartuchos por lo que solicitan solidaridad: dirigirse al ramo de la madera, Pintorería, 8, bajo.
Solidaridad Obrera de 28-5-1918 nos dice que sigue la huelga de ebanistas, sin avances en las negociaciones, y que muchos obreros han marchado a otras ciudades.
Solidaridad Obrera de 8-6-1918 cuenta que el conflicto continúa sin solucionarse, destaca que es la primera verdadera huelga tenida en Vitoria, que la burguesía busca esquiroles fuera de la ciudad, que les ha salido un traidor de nombre Pedro Guso y pide a los carpinteros de España que se acuerden de esta huelga. El escrito va firmado por la comisión.

16 Solidaridad Obrera de Bilbao, 20.

17 Solidaridad Obrera de Bilbao, 66-68.

18 Solidaridad Obrera de Bilbao, 66.

19 Solidaridad Obrera de Bilbao, 20.

20 Buenacasa volvió a Vitoria en 1922 donde intervino en un mitin y dio una conferencia. Según La Libertad, 11-12-1922, en asamblea del Sindicato celebrada el día anterior se acordó pedir a Buenacasa detalle de los gastos de ese doble acto, por discrepar de las cuentas presentadas por el mismo.

21 Solidaridad Obrera de Bilbao 35.

22 La Libertad, 8-11-1920. Huelga para pedir la expulsión del encargado de la fábrica.

23 Solidaridad Obrera de Bilbao, 41.
La Vanguardia, 2-2-6-1920, contó el conflicto, como acostumbraba, en tintes nada favorables a los sindicalistas y elogió la firmeza del fabricante de calzado, republicano convencido, don Victoriano Laza.
«Los obreros del Sindicato único se declararon en huelga exigiéndole el despido de los obreros católicos, porque el periódico El Porvenir Obrero había publicado un artículo que consideraban ofensivo, inspirado por el Sindicato Católico. El señor Laza ha contestado que no despedía a ninguno mientras cumplieran sus obligaciones y que antes cerrará la fábrica que acceder á la exigencia.
Igual aptitud han adoptado los confiteros señores Alberdi y Hens, por la misma causa. Los obreros de estos últimos señores: al ver la firme resolución de aquellos, hacen gestiones para que los vuelva a admitir».
En 1922, según La Vanguardia de 30-9-1921, los conflictos reaparecieron en la fábrica del convencido republicano. Así informaba: «Hace algún tiempo venía observando el patrono que en una de sus secciones disminuía la producción, por lo cual propuso a los obreros una fórmula que aceptaron, negándose después a seguir trabajando con arreglo a lo convenido. El señor Laza despidió a dos obreros, dándoles un plazo para reflexionar, plazo que expiró ayer, y los obreros de las otras secciones se negaron a terminar la labor y se marcharon. Visto lo cual, el patrono ha despedido a todos los trabajadores, que son más de ciento, dándoles un plazo de ocho días para reintegrarse al trabajo».

24 En La Libertad, 18-6-1920 y 19-6-1920, leemos que el Sindicato Único ha decretado huelga en la fábrica de molduras establecida por los señores Jiménez y Echeverría en la calle Castilla, al haber despedido a una trabajadora (los dueños reaccionaron cerrando la fábrica). El Sindicato Único decreta la misma medida esa misma tarde con la fábrica de calzados de Victoriano Laza. La Libertad, 19-6-1920, atribuye la huelga en la fábrica de Laza, a una lucha entre el Sindicato Católico y el Sindicato Único (que pedía la expulsión de los afiliados a la entidad católica por las calumnias vertidas en su periódico El Porvenir Obrero) en la empresa, aunque posteriormente solicitaron aumento de salario y otras mejoras. La Libertad de 19-6-1920 da cuenta de otro conflicto abierto en la metalurgia de la Viuda de Gamarra.

25 Solidaridad Obrera de Bilbao, 65.

26 El corresponsal de La Vanguardia, 20-10-1920, escribió literalmente «Hasta las doce y media de la noche duró el mitin societario viéndose concurrido en la primera hora, pero poco después, antes de terminar el Noy del Sucre el público fue desfilando. Ovejero estuvo pesado teniendo que terminar antes de lo que se proponían, porque la gente iba retirándose. En resumen: el acto fracasó como era de esperar». Muy otra es la versión de La Libertad de Vitoria, 19-10-1920, que reseñó ampliamente el mitin. Celebrado el día 18 a partir de las nueve de la noche organizado por la UGT y CNT en el Frontón Vitoriano, presidido por Alfredo Donnay, hablaron ante numerosísimo público Bernardo Pascual de Vizcaya, Joaquín Mora, Eusebio Bajo, Salvador Seguí (frenéticamente ovacionado, discurso magnífico aplaudidísimo) y Andrés Ovejero. También Heraldo Alavés (19-10-1920) lo reseñó: el mitin de ayer en el Frontón Vitoriano congregó a muchos obreros, destacó Salvador Seguí, además se atacó a la religión, lo cual para un periódico reaccionario como este, era especialmente grave. Es una reseña cáustica, llena de ironía.

27 La Libertad de 26-8-1922 escribe que obtenido el permiso del gobernador se celebrará mañana domingo.

28 Por La Libertad conocemos algunas actividades internas del Sindicato Único. Los ejemplares de 2-11-1922 y 3-11-1922 aluden a una asamblea, que finalmente no se celebró, por falta de suficiente asistencia, en la sede del sindicato (Zapatería, 17) en la que debía fijarse una postura ante el despido de cuatro compañeros de la empresa Ajuria. El ejemplar de 11-12-1922 reseña una asamblea extraordinaria tenida el día anterior presidida por Eusebio Sáez y a la que asistieron un centenar de afilados para tratar, a petición del Comité Nacional, de la adscripción de la Confederación a la Internacional rusa o a la de Amsterdam, sin que se tomara acuerdo en espera de consultar a la regional para consensuar una postura común. El ejemplar de 23-1-1923, reseña otra asamblea del Sindicato Único, presidida por Andrés Sanol con asistencia de ciento cincuenta afilados, que eligió presidente a Andrés Sanol y acordó suscribirse a todos los periódicos sindicalistas y anarquistas de España. El ejemplar de 17-3-1923 reseña otra asamblea a la que asistieron unos ochenta afiliados en la que se trató del despido de un compañero de la Metalúrgica: si en cuarenta y ocho horas no es readmitido se tomarán medidas (se concretarán en asamblea el día veinte); también se dio por fracasada la creación de un Sindicato en Araya por haber comunicado los obreros de esa localidad que no lo quieren. El ejemplar de 13-4-1923 anuncia asamblea en la sede (Zapatería, 47), para tratar de asuntos regionales y elección de presidente, y el 14-4-1923 reseña la asamblea (congreso de Bilbao, una peseta al mes por afiliado para socorrer a los huelguistas de la Metalúrgica) que dejó parte de los temas para el próximo miércoles. El recurso a la asamblea será marcadísima característica del Sindicato Único hasta 1936.

29 ABC, 18-11-1920. En el número 4 de La Lucha de Ferrol (20 de noviembre de 1920), se lee que en solidaridad con los remolacheros de Zaragoza se declararon en huelga los azucareros de La Alavesa.

30 La Vanguardia, 1-12-1920 y ABC, 1-12-1920, 2-12-1920, 3-12-1920, 5-12-1920. En el último ejemplar se aludía a la detención en Zaragoza de Juan Baroño Villar, zapatero de 32 años nacido en Santander acusado de los disparos el día anterior en Zaragoza contra un periodista y un funcionario, huido de Vitoria, donde solía residir, tras el atentado contra los esquiroles y que en la ciudad vitoriana era vicesecretario de Sindicato Único.
La Libertad de Vitoria, 30-11-1920, dio mucha relevancia al crimen, lo atribuyó a los sindicalistas y elogió al fallecido, José Elejalde Pagalday, «honrado obrero que no ha cometido otro delito que negarse a obedecer las órdenes de un Comité». También destacó el hecho Heraldo Alavés, 30-11-1920 y 1-12-1920, en términos parecidos «cobarde atentado» y trataba de implicar al Sindicato Único: el gobernador ha acordado el cierre de su sede al conocer que se han celebrado reuniones clandestinas (seguramente se refiere, sin mentarla, a la conferencia regional), se detiene a su conserje Indalecio Díaz, y alude a la detención en Miranda de dos sospechosos, riojanos, procedentes de Vitoria. Los dos voceros locales mostraban tanto su dependencia del poder como su inquina hacia los sindicalistas con la información dada, el mismo año, con motivo de la muerte del sindicalista en Elciego y con la muerte de un esquirol.

31 Años más tarde, en Solidaridad Proletaria, 25-4-1925, leemos un artículo «¡Para que no se olvide!» de Atanasio Rituerto en el que se comenta esta huelga. Escribe que la huelga de azucareros contó con la simpatía de todos los obreros y con la huelga solidaria de los obreros azucareros de Vitoria y que al final fue traicionada porque el presidente de los azucareros, que también lo era de los Albañiles, de la Federación de Sociedades Obreras y de la Agrupación Socialista, pactó con el director y mandó al paro a unos obreros y a otros a la cárcel…fue expulsado, pero ahora ha sido admitido de nuevo por los «socialistas revolucionarios».

32 La Vanguardia, 1-4-1923, escribe que hoy disertará sobre la organización sindical Emilio Miró (sic) venido de Barcelona. Solidaridad Obrera, 21-4-1923.

33 ABC, 11-9-1923.

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